Cara a cara con Sor Lucía Caram en 'La mujer en la Iglesia, una igualdad inaplazable', X Jueves de RD
Isabel
Gómez Acebo: “Creo que estamos en el
tiempo de descuento: no se puede esperar más”
“La
Iglesia pierde protagonismo no contando en sus filas con mujeres”, ha empezado
Isabel Gómez Acebo. “Pierde entidad y se hace obsoleta, no se mueve con los
signos de los tiempos”
Lucía
Caram ha confesado que “cuando empecé a cansarme de una Iglesia en la que no
entraba el aire, decidí vivir mi fe sin mirar tanto a la Iglesia
institucional”. No se sentía “cómoda ni identificada”, pese a ser religiosa,
porque “callaban mi militancia”
Gómez Acebo ha reconocido que “tenía mucha ilusión por el Papa Francisco, pero la he perdido”. Hace poco, ha dicho la teóloga, en uno de sus discursos “ha vestido a la covid de mujer”. “Todavía en su subconsciente, la mujer es mala”
“Hermanitas
víctimas de clérigos y fundadores de congregaciones, y hasta superioras que han
maltratado a legiones de monjas… Es impensable que lo estén viviendo mujeres
adultas, en pleno siglo XXI, y esto no haya explotado”, ha comentado Lucía
Caram.
05.11.2020
Lucía López Alonso
En
la curia de Roma (co-viria: grupo de hombres) no se las ve. ¿Dónde están hoy
las mujeres de la Iglesia? ¿Qué irradian, qué reivindican? En su X Jueves de
RD, un cara a cara entre Isabel Gómez Acebo, teóloga laica, y sor Lucía Caram,
dominica, ha ofrecido esta tarde el debate ‘La mujer en la Iglesia, una
igualdad inaplazable’.
“La
Iglesia pierde protagonismo no contando en sus filas con mujeres”, ha empezado
Isabel Gómez Acebo. “Pierde entidad y se hace obsoleta, no se mueve con los
signos de los tiempos”, ha sintetizado. Manifestando la misma decepción, Lucía
Caram ha confesado que “cuando empecé a cansarme, decidí vivir mi fe sin mirar
tanto a la Iglesia institucional”. Ha descrito “una Iglesia en la que no
entraba el aire”, en la que no se sentía “cómoda ni identificada”, pese a ser
religiosa, porque “callaban mi militancia”. Monja de clausura, Caram tuvo que
afrontar la realidad de una institución acostumbrada “a castigar y borrar del
mapa”.
Pero “con la entrada de Francisco, me sentí más en casa”, ha continuado sor Lucía. “Los otros papas, directamente aparcaban el tema” del papel de la mujer en la Iglesia, pero el Papa argentino, su compatriota, “cuando me han atacado y censurado, me ha defendido”.
Mostrando
un cierto desacuerdo, Gómez Acebo ha reconocido que “tenía mucha ilusión por el
Papa Francisco, pero la he perdido”. Hace poco, ha dicho la teóloga, en uno de
sus discursos “ha vestido a la covid de mujer”. “Todavía en su subconsciente,
la mujer es mala”, ha lamentado, sin ocultar su indignación. “La Iglesia
conservadora sigue defendiendo argumentos que nos dan de lado, y el Papa no
quiere enfrentarse, porque podría encontrarse con una cuestión muy gorda, con
un cisma”.
En
la misma línea, Caram ha reconocido que cuesta sentirse en sintonía con ese
“modelo de tomas de poder” al que no acceden las mujeres. “Este Papa, que está
amenazado de cisma cada vez que abre la boca -por los lobbies de poder-, está
poniendo a veces mujeres en los dicasterios, pero tratan de eminencia a los
cardenales de turno; no hay fraternidad”, ha denunciado.
'Tiempo de descuento'
Claramente,
el tiempo del cuestionamiento ha pasado, y debe empezar el de la
reconstrucción. “Creo que estamos en el tiempo de descuento: no se puede
esperar más”, ha expresado Gómez Acebo, refiriéndose a la aprobación del
sacerdocio de mujeres, derecho que lleva décadas reivindicando. “El poder en la
Iglesia está en manos sacerdotales, y nosotras no tenemos derecho a él mientras
se nos niegue el sacerdocio”. “No se puede esperar más, porque en Europa se
están abandonando los templos”, ha añadido.
Preguntadas
por el moderador del foro, Jesús Bastante (redactor jefe de Religión Digital),
sobre cuánto le faltará al Vaticano para dar ese paso en el que otras iglesias
le llevan mucha ventaja, Caram ha opinado que “cuando Francisco escucha, es
cuando cambia (como con el Sínodo de la Amazonia)”. Pero ha admitido la
contradicción que existe entre su visión social (de Laudato si’ y Fratelli
Tutti) y las veces “que habla del demonio”. En la Iglesia “hay demasiada
estructura, y demasiada gente con el coco comido todavía”, ha opinado.
En la Iglesia “hay demasiada estructura, y demasiada gente con el coco comido todavía”, ha opinado Caram
“De
las profesiones mal pagadas y con poco prestigio, los varones se van apartando.
Pasó con los maestros”, ha apuntado Gómez Acebo. Y tal vez ocurra con el
sacerdocio, que está pasando de dirigirse a “multitudes” a desempeñar “la labor
de los samaritanos”. “No me gustaría que las mujeres accedieran al sacerdocio
con este modelo tan poco servidor”, ha añadido Caram. Reivindicando la
centralidad de los pobres frente al clericalismo.
“A
mí me molesta la palabra vocación, porque cuando hablamos de ella, nos referimos
solamente a curas y monjas, y no a las vocaciones laicales”, ha dicho Gómez
Acebo. “Yo tengo hijos y nietos, y siembro ahí. Tampoco me gusta el término
pastor, porque a quien dirige es a una oveja”, ha protestado. “Una lucha de
hombres, por el poder, por el dinero… esa lucha no me interesa; la mía es la
del evangelio”, ha seguido Caram. “Si seguimos con este modelo demasiado
jerárquico y patriarcal, nos jugamos la credibilidad y el compromiso”.
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