Cena Ecológica, parte de la pintura de Maximino Cerezo arreglo: Ana Isabel Pérez y Martín Valmaseda

Cena Ecológica, parte de la pintura de Maximino Cerezo arreglo: Ana Isabel Pérez y Martín Valmaseda

6 de noviembre de 2020

Palabras a Voleo: CONTRA

 PALABRAS A VOLEO


Echamos a volar (a voleo) sobre ustedes, una preposición que podemos calificar de conflictiva pero que necesitamos conocer bien todos los seres humanos porque se da con demasiada frecuencia.  Igual que un médico debe  conocer las enfermedades para poder atender  a  sus  pacientes…  todos nosotros debemos distinguir la expresión  de hoy, que es...

Contra

Hemos hablado  mucho  de esa palabra opuesta que es con y todos sus derivados: com, compartir + comunidad + comunión + convivir… y muchas  más. Incluso existe un libro: "Para  que  otro  mundo  sea  posible " que analiza todos estos concomQueremos ayudar a vivir en unidad.

Pues ahora, vamos  a   jugar a  la contra.

Cuando muchos están  juntos, con,  encuentran  fácilmente  “contrincantes” que al  menos, a nivel de pensamiento están  en  contra: En  política,  en economía, en  religión,  en  vida  familiar… y sin tanta irritación, en aspectos deportivos, gustos culinarios, artísticos, literarios...  


Hay momentos, cuando la gente está más crispada, como los presentes, en que las  contras se convierten en  discusiones más  duras y hasta en  violencia. 

 Pero  ahora  no  querría  reflexionar  sobre  casos   extremos.  Querría limitarme a los  contras  sociales.  A  los  que  nacen  por   diferencias  de  edad, de situación económico-social,  o por cultura. Es decir, simplificando, en  tres:

Por  edad: jóvenes contra  viejos

Por nivel social-económico:  ricos  contra  pobres

Por ideas culturales, religiosas…: lo que me enseñaron en mi infancia contra lo que descubrí o me descubrieron  cuando  crecí.

Los tres puntos de este  triángulo se mezclan  cada uno con y contra los demás y se  forman infinitas combinaciones.

¿Ponemos ejemplos?

1.-El hijo de familia de clase media educado religiosamente que , al crecer, siente que  le han  oprimido y rompe  con su  vida obediente  y su religión, aunque no deja su  vida burguesa, acomodada, de  toda  su  vida.

2.-El muchacho de familia atea y  vividor  que tiene al crecer encuentros  con   movimientos sociales de izquierda que  le van  convenciendo  y  cambiando  su estilo de pensar  y comprometerse por un  mundo nuevo.

3.-La chica de  acción católica  que  se  hace novia de  un evangélico  carismático  y se pasa  a  su iglesia,  pero  luego riñen, se separan,  y  ella se hace agnóstica.

4.-El  estudiante formado en  mentalidad creyente  conservadora que  lee  el  libro Jesús  de Pagola y descubre otro tipo de fe; pero socialmente  no acaba de comprender el evangelio  de Jesús ni su  entrega a  los  pobres. Poquito a poco le influyen las palabras  del papa Francisco, pero  no acaba  de dar el paso  que dio aquel joven rico  llamado  Francisco  de  Asís.

En todos estos seres humanos  falta  una  palabra: conciencia.

Cuando  nos damos cuenta  que desde hace  2 millones  y  medio de años los  mamíferos que se  fueron convirtiendo en el  homo sapiens y aprendiendo a pensar, han seguido año tras año  evolucionando, y  en momentos revolucionando.  Cambiaron en seres distintos.    Pero ¿seguimos hoy cambiando?, porque en ese homo  sapiens la conciencia  no termina  de crecer y sigue creando nuevos modos de  pensar…  ¡contra!... contra lo que antes se  creía.  Un contra que no debe ser reacción fanática contra  todo pasado sino reflexión: darse cuenta de que el hombre y la  mujer seguimos aumentando nuestra conciencia; de  que vamos cambiando. El  darnos cuenta,  el sorprendernos,  el decir ¡ah!,  entonces ¿no  era  así?

 Entonces nuestro contra  no es  para  triunfar sobre  el  otro,   sino  contra  la  falta  de conciencia, contra la  inconsciencia en  que  nos  mantuvo  el “siempre(?) se  ha  hechos así”  de  muchos atados por  sus  tradiciones    por su  clase  social, por su   cultura  deforme. 

De  la sorpresa, dela conciencia nace ese  CONTRA