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31 de diciembre de 2020

Capítulo 8 del cuento de Willy

  WILLY 

Historia de un niño algo especial que de mayor lo siguió siendo… a su manera

Martín Valmaseda

Dibujos: Karla y Andrea Aguilar

CAPITULO  8

Una visita al arca de Noé

Un  día cualquiera en  el libro  de  lectura  que usaban los  niños  y  niñas en  la  escuela de seño  Cristina, tocaba leer ese  párrafo  que cuenta  cómo la tierra  se inundó  y  un  tal Noé  que se enteró  de lo que  iba a suceder,  porque  Dios  se lo  dijo, pensó  en  hacer como un  gran  barco,  sin velas ni remos, -un  arca - y se  metió  en  él  con  su  familia y  con  una  pareja  de  todos  los  animales que había  en la  tierra entonces,  hace muchos,  muchos  años… y  así se salvaron  todos  los  bichos de  la tierra.


Cuando terminó la lectura dijo Willy: “¡qué bárbaro seño!, ese barco sería enorme” …

Bueno-  les dijo seño Cristi-  esto es como un  cuento,  para  ver  el  amor que debemos   tener a  los  animales  que Dios ha creado…    tienen que saber que no todo   lo   que   dice   la biblia ha pasado de verdad, la  biblia  cuenta  cosas  que  son  consejos o  son  oraciones, otros son poesías  y otros son cuentos  como  este  que  sirve  para  aconsejar  el  amor a  los animales.

¿Entonces esto no es verdad? - preguntó Elenita, una niña muy interesada en la biblia que le leían  sus  papás. 

Es verdad pero  no como historia sino como  consejo de  cuidar las cosas  del mundo, de toda  la  creación.

Pero  hoy -dijo  Willy - hay gente  muy  bruta  que mata o  hace daño  a los  animales.

La maestra  aprovechó   la ocasión: ”sí  es muy  triste  y  hoy  hay  que hacer lugares  para  cuidar  a  los animales.  Si me  prometen portarse bien  podemos  ir  un  día a  Escuintla  donde están  los  animales  pero  no  en  jaulas  sino  sueltos  aunque   no  se  pueden  escapar.

 Niñas y niños  saltaron  como  si   les hubieran tirado una bomba:”¡¡Sí sí  seño,  seremos buenos  si  nos  lleva!!”  No sabían  ellos que  la  maestra  había   hablado con   los  papás y  se  había puesto  de acuerdo  para   aquella   excursión.



Una semana   antes   les  hizo   leer   y  dibujar   animales de  países lejanos y  también   habló  con  ellos de los tepescuintles,  los corzos, los monos,  los  cochemontes  los tucanes y  quetzales que   pocos  habían  visto aunque  estaban en Guatemala.

No les cuento más.  Se hizo la excursión   los niños   volvían emocionados y  ella, seño Cristina siguió  aprovechando  la  ocasión  para abrirles  más los  ojos  y  el corazón.: “

Y ustedes, dijo, ¿qué bichitos tienen  en su casa?

Jaimito, hijo de campesinos dijo que él, bueno, sus papás, tenían un caballo y dos vacas.  ¡Se escuchó en los demás un   hoooooooo!! de admiración!  Todos los demás tenían perros, gatos, pajaritos…

- Y ¿los tratan bien?

- Sí claro seño

-Willy dijo.  “Pero un día mí perro me mordió porque le retorcí una pata

- “Ah claro, tienen derecho a defenderse” 

La maestra les encargo que al día  siguiente  le  trajeran escrito (en  frases  cortitas, porque  aún  no  sabían  escribir  bien)  cómo eran  sus  animales  mascota.

 Y así terminó el día   tan divertido de Willy y sus amiguitos y amiguitas…