Muéstranos,
Señor, tu misericordia (salmo 84)
que
es misterio grande.
Muéstranos
tu amor inmenso,
que
es hoguera y fuente,
nido
de toda vida.
Tu
misericordia es vestido de nuestra desnudez.
Tu
amor es imán de nuestros anhelos.
La
misericordia es tu nombre.
El
amor es tu identidad.
Son tu misterio.
Muéstranos,
Señor, tu misericordia.
Muéstranos,
al menos, su icono resplandeciente
y
su sacramento,
que
es Jesucristo.
¡Muéstranos,
Señor, a Jesucristo!
La
misericordia y la fidelidad se encuentran
en
nuestro Señor Jesucristo.
La
justicia y la paz se besan
en
nuestro Señor Jesucristo.
La
gloria habitará en nuestra tierra.
El
amor misericordioso habitó entre nosotros,
nuestro
Señor Jesucristo.
Pon,
Señor, tu morada en nuestro corazón
para
que seamos un latido de tu misericordia.
Rafael Prieto