El nombre
propio YESMIN
¿Qué tienen
que ver esos
dos nombres que
hoy lanzamos al aire por encima de sus cabezas?; Verán:
La nieve todos
la conocen incluso aquellos en
cuyo país no han
tenido ocasión de verla. Por cine
o fotos habrán
visto esa capa blanca que cubre campos y calles
en días fríos;
aunque no han
sentido sus consecuencias.
Donde deja a menos de 0 grados y en lugares
altos ya se vive
en ocasiones la presencia de la
nieve. Los niños van
contentos a la escuela que tiene
patios de recreo con la
ilusión de hacer muñecos de nieve y tirarse
bolas. Los mayores si tienen cerca un parque salen a pasear o se asoman al
balcón para ver nevado el paisaje de todos los días..
En zonas
más montañosas la nieve se
vuelve instrumento deportivo para los
que pueden calzarse esquís o
montar en trineo
y… pero eso es
otra historia que además cuesta
dinero.
Conforme pasa
el tiempo la nieve va pasando
de bonita a molesta y de ahí a dramática cuando
impide el paso
a médicos, a trabajadores y rompe el tiempo de
trabajo…o cuando el peso de
la nieve rompe las ramas, obstruye carreteras, el deshielo convierte la nieve en agua que inunda edificios, impide comunicaciones…
Bueno pero, les parece que hablemos
de Yesmin? Yesmin no ha conocido la nieve, ni la conocerá. Vive en Guatemala donde sólo cae esa capa
blanca en montes como el Tajumulco.
Algunos
Guatemaltecos han ido a Canadá u otros países como emigrantes, no
a esquiar o a hace muñecos, sino
a buscarse el pan y mandar dinero a sus
familias. Tampoco Yesmin ha
tenido tiempo de hacer
esos viajes. Más bien les cuento
la “no-relación” de Yesmin con la nieve. Lean:
La tragedia de Yesmin por
desnutrición que se repite día a día en Guatemala
Por Newsroom Infobae
12 de Enero de 2021
Fotografía del 24 de octubre de 2020 que muestra a la pequeña niña
Yesmin mientras es cargada por su madre en su vivienda en La Palmilla,
Chiquimula (Guatemala). EFE/ Esteban Biba/Archivo
Guatemala,
12 ene (EFE).- Yesmin murió este lunes
de madrugada. Con sólo 2 años de edad, una neumonía originada por la
desnutrición acabó con su vida en el este de Guatemala. Durante las últimas
semanas luchó por subir de peso, pero las secuelas de su nacimiento prematuro,
su mala alimentación y las condiciones de su hogar la debilitaron.
El caso de desnutrición de Yesmin, uno más de los cientos que cada año se
registran en Guatemala, fue conocido en octubre pasado por Efe de la mano de la
organización Antigua al Rescate, una entidad no gubernamental que asiste a
familias en riesgo alimentario y que intentó hasta los últimos esfuerzos apoyar
a la niña de dos años.
Yesmin pesaba 10 libras cuando Antigua al Rescate se enteró de su caso el año
pasado y, mediante suplementos nutricionales, logró alcanzar las 16 libras de
peso. Sin embargo, sus pulmones afectados por varias neumonías no pudieron
recuperarse. La niña pasó recientemente varios días junto a su madre en el
Hospital Nacional del departamento de Zacapa, 170 kilómetros al este de la Ciudad
de Guatemala, donde finalmente murió el lunes tras convulsionar.
"De haber crecido nutrida dentro del vientre de su mamá con controles
prenatales eficientes, ella pudo haber nacido a tiempo y tendría mejor
probabilidad de vida. Y aún así, aunque hubiese nacido desnutrida, de haber
sido tratada a tiempo podría haber tenido hasta una recuperación completa y
esto no habría pasado tan rápido", se lamenta Sofía Letona, la fundadora
de Antigua al Rescate, en declaraciones a Efe.
UNA
TRAGEDIA CONSTANTE
La tragedia sufrida por Yesmin es habitual en
Guatemala, un país donde casi el 50 % de los menores padecen algún grado de
desnutrición, según organismos internacionales.
La madre de Yesmin la tuvo a los 16 años y hace poco quedó embarazada de nuevo.
El padre de la niña trabaja como albañil pero el dinero igual no alcanza para
cubrir lo mínimo.
Las condiciones de vida de la familia de Yesmin tampoco eran adecuadas,
víctimas de un abandono del Estado y dentro del 59 % de la población que vive
bajo el umbral de la pobreza en Guatemala.
Para llegar al hogar de la niña, en el departamento de Chiquimula, hay que
atravesar un camino lodoso en medio de un cerro. Con piso de tierra y paredes
de madera, a la niña le afectaba también constantemente el humo de la cocina
que se esparcía por toda la vivienda.
"Venimos arrastrando décadas de desnutrición. Son generaciones con
desnutrición en todo el país. No se salva el área urbana. La desnutrición está
en todos lados", explica María Fernanda Rivera, especialista guatemalteca
en temas de seguridad alimentaria y asuntos agrícolas.
En opinión de Rivera, la situación está hasta normalizada en el país
centroamericano. "Para nosotros es una noticia esta muerte, pero para las
personas que viven en la región es la normalidad. Cuando al 60 u 80 % de los
vecinos en el lugar se les mueren niños por desnutrición, se normaliza la
situación", señala Rivera a Efe.
"Esta caso no es un caso aislado, pasa todos los días. Ojalá fuera un caso
aislado pero no es así. Somos de los países con los peores índices de pobreza y
desnutrición", recalca la experta, quien advierte que no existe una
"agenda política" interesada en resolver la situación alimentaria
guatemalteca.
A ello se suma la falta de educación sexual. "Hay una normalización de los
embarazos en las comunidades y aldeas", enfatiza Rivera, quien considera
que no existe conciencia en general dentro de la población en cuanto a los
abusos que sufren las mujeres, los embarazos no deseados y la planificación
familiar.
"Aparte está el tema social y religioso, la estigmatización, y eso hace
muy difícil replantear la vida", añade la experta.
El pasado 5 de enero, las autoridades guatemaltecas confirmaron que los casos
de desnutrición aguda incrementaron en un 80 % en 2020 con respecto a 2019,
ascendiendo a un total de 27.847 personas con inseguridad alimentaria,
incluidos casi 8.000 casos severos.
"Cuando uno ha visto a un niño con estos grados de desnutrición es como
ver directo a los ojos de la muerte, pero uno sabe que está vivo. Un niño no
debería pasa por esto. Ninguna persona en general, pero un niño, jamás",
sentencia Rivera.
Esteban Biba
Infobae
REFLEXIÓN BAJO LAS
PALABRAS QUE VUELAN: Los
que tenemos casa, estudios, trabajo,… cuando miramos y
admiramos la belleza
de la nieve (y otras realidades) en nuestros barrios seguros,
pensemos en los migrantes y en los que, como Yesmin, no pudieron
ni emigrar, ni comer, ni tener
techo seguro. Que detrás de nuestros
ojos haya una memoria
y una
conciencia crítica y nos preguntemos…