El
Padrenuestro
Padre,
tú no eres en primer lugar nuestro Juez y Señor, sino nuestro Padre porque oyes
el clamor de tus hijos oprimidos.
Que
estás en los cielos, hacia donde se dirige nuestra mirada en medio de la lucha.
Santificado,
sea tu actuar liberador contra los que oprimen, tal vez, en tu nombre.
Venga,
a nosotros tu justicia, comenzando por los más empobrecidos.
Hágase,
tu voluntad y tu liberación, que empieza en la tierra y termina en el cielo.
El
pan de cada día, que producimos todos juntos, dánosle
a
comer juntos.
Perdónanos,
nuestro egoísmo en la medida en que combatimos el egoísmo colectivo.
Y
no nos dejes caer en la tentación, de explotar a los demás y acumular riquezas.
Mas libranos de la venganza y del odio contra
el malo que oprime y reprime.
Amén.
Leonardo
Boff