El cuento de WILLY
Historia de un niño algo especial que de mayor lo siguió siendo… a su manera
Martín Valmaseda
Dibujos: Karla y Andrea Aguilar
CAPÍTULO 21
SE APUNTA A TODO
A todos
les sorprendió bastante la decisión
de Willy de seguir
acompañando, cuesta arriba y por
un camino de bosque
cerrado al P. Eulogio.
Los compañeros de
aquella excursión se sentían
cansados y se quedaron desayunando el caldo con pata de pollo, comida selecta allí.
Aquella subida era ya pleno bosque y se echaron hacia arriba el P. Eulogio, Francisco y Carmen, (dos catequistas de la aldea a donde iban)-.. y el atrevido Willy, al principio este iba un poco a remolque de los demás, pero se vio pronto que no le faltaban fuerzas y entusiasmo. Con la ayuda de un palo como bastón se abría camino entre los árboles, las rocas, y las las plantas de malanga con hojas grandes (orejas de elefante las llamaban) que cerraban el camino.
Hora y
media tardaron en llegar a la aldea de San Vicente. Como en la
anterior les esperaban los
vecinos formando una pequeña
procesión, agitando incensarios de barro y levantando candelas la cruz de metal.
Así entraron todos en el pequeño
templo, como el anterior, de madera sobre bloques de cemento, con algunas imágenes y, dominando
el interior por su tamaño,
la marimba, el violón, la batería,
orquesta que acompañaba los cantos en idioma q´eqchí
cantados con voces agudas por
un coro de cinco jovencitas.
-“¿Y estos instrumentos están aquí todo el año?”.- Preguntó Willy a Francisco.
Él sonrió - “No te lo creerás pero la traen las tres veces al año que hay aquí misa. La traen desde San Pedro Carchá.
Se imaginó Willy lo que sería subir trepando entre cuestas con milpas, cardamomo, bosques, esos voluminosos instrumentos. Los que tienen ese entusiasmo por alabar a Dios y animar a los cristianos, tienen fuerza para eso y más.
No les he dicho que Willy y su familia no eran muy religiosos aunque eran gente muy honrada y servicial.
Willy lo comentó con el P. Eulogio. Este le dijo. “Es que no es lo mismo ser religioso que vivir la fe en Jesús”
- “No entiendo. Yo no he leído la Biblia y no sé mucho cómo era ese tal Jesús.
El cura la mano en su mochila y sacó un librito que dio al patojo: Toma lo mismo te interesa leerlo. La buena noticia de Jesús. Mientras hablan el padre se iba vistiendo las ropas para la misa, la gente se acomodaba y los músicos iban ensayando los cantos….
Willy escuchaba la canción: “vos sos el Dios de los pobres, el Dios humano y sencillo, el Dios que suda en la calle, el Dios de rostro curtido…”
“Esa es una canción de Nicaragua - le dijo Carmen - que ojalá se cantase más en vez de esas cachurecas que se cantan en nuestras parroquias”
Willy se quedó en un rincón detrás de la marimba, durante la misa , que le pareció distinta a la que iba , no todos los domingos, con sus papás.
La misa duró bastante porque hubo dos bodas, primeras comuniones… Se ve que aquella visita del P. Eulogio. Después de dos meses sin aparecer un sacerdote por allí, era un acontecimiento más que las misas de todos los domingos y entre semana en la capital .
La impresión que le produjo esa visita y esa celebración a Willy fue grande. Se la contaremos en el próximo capítulo. Porque aquello estaba haciendo pensar bastante a nuestro amigo.
_______________________
Quieres leer todos los capítulos
del Cuento de Willy