Papa Francisco: “Para nosotros los creyentes, la hermana agua no es mercancía”
El
22 de marzo se celebró el día Mundial del Agua. Unidos al clamor del papa
Francisco y como Red Eclesial Panamazónica (REPAM) y Conferencia Eclesial de la
Amazonía, debemos seguir juntos y juntas defendiendo y cuidado de nuestra
“hermana agua”.
Por
Julio Caldeira, comunicaciones REPAM
21 March, 2021
Este 21 de marzo, en la oración
dominical del Ángelus, el papa Francisco, recordando la celebración del día
mundial del agua, reafirmó que somos invitados a “reflexionar sobre el valor de
este maravilloso e insustituible regalo de Dios. Para nosotros los creyentes,
la ‘hermana agua’ no es una mercancía: es un símbolo universal y una fuente de
vida y salud”.
Desde su visión universal, denunció que son “¡demasiados hermanos, muchos, muchos hermanos y hermanas tienen acceso a poca agua y quizás contaminada!”, y que es un compromiso indispensable “garantizar el agua potable y el saneamiento para todos”.
Francisco agradeció a todos que
contribuyen para concientizar sobre la importancia y el compromiso en cuidar
del agua: “Agradezco y animo a quienes, con diferentes competencias y
responsabilidades profesionales, trabajan por este objetivo tan importante”.
Derecho al agua
En un evento “Del Derecho al Agua al
Derecho a la Esperanza” realizado en octubre de 2020 por el Instituto para el
Diálogo Global y la Cultura del Encuentro, fundado y dirigido por Luis
Liberman, el cardenal Claudio Hummes, presidente de la Conferencia Eclesial de
la Amazonía, CEAMA, recordó que la importancia del agua fue reconocida en el
Sínodo para la Amazonía, recordando lo que dice Laudato Si, “es indispensable
para la vida humana y para el mantenimiento de los ecosistemas terrestres y
acuáticos”. De hecho, “la escasez de agua segura es una amenaza creciente en
todo el planeta”.
Agua, fuente de vida – Foto: Consolata Colombia
Cuenca Amazónica
El Documento Final del Sínodo resalta
el gran bioma amazónico en su potencial acuífero, que posee alrededor de 20%
del agua dulce no congelado del mundo, donde el agua es “fuente de vida, posee
un rico significado simbólico. En la región Amazónica, el ciclo del agua es el
eje conector. Conecta ecosistemas, culturas y el desarrollo del territorio (DF,
7). En la misma línea, Querida Amazonía recuerda que “en la Amazonia el agua es
la reina, los ríos y arroyos son como venas, y toda forma de vida está
determinada por ella” (QA, 43).
Entre tanto, se reconoce que este
bioma sufre por la degradación, consecuencia de la deforestación, minería,
hidrocarburos, ganadería, contaminación del agua y de tantos proyectos
extractivos que solo destruyen. El diagnóstico realizado da cuenta de que “la
Amazonía hoy es una hermosura herida y deformada, un lugar de dolor y
violencia. Los atentados contra la naturaleza tienen consecuencias contra la
vida de los pueblos. Esta única crisis socio-ambiental se reflejó en las
escuchas pre-sinodales que señalaron las siguientes amenazas contra la vida:
apropiación y privatización de bienes de la naturaleza, como la misma agua”
(DF, 10), que traen consigo graves consecuencias sociales, como son las
enfermedades derivadas de la contaminación, por ejemplo, donde “las víctimas
son los sectores más vulnerables, los niños, los jóvenes, las mujeres y la
hermana madre tierra” (DF, 10).
Papa Francisco en el río Jordán – Foto: Vatican Media
En Querida Amazonía, el papa
Francisco destaca que “cuando algunas empresas sedientas de rédito fácil se
apropian de los territorios y llegan a privatizar hasta el agua potable, o
cuando las autoridades dan vía libre a las madereras, a proyectos mineros o
petroleros y a otras actividades que arrasan las selvas y contaminan el
ambiente, se transforman indebidamente las relaciones económicas y se
convierten en un instrumento que mata” (QA, 14).
Así, siendo el agua una de las
grandes riquezas y preocupaciones de la Amazonía, como miembros de este camino
eclesial en la Amazonía, como REPAM y CEAMA, somos invitados a unirnos para
defender y cuidar de nuestra “hermana agua”.