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18 de abril de 2021

Palabras a Voleo

PALABRAS A VOLEO

Xavier Pikaza








EL DIOS DINERO




"Quiero evocar la historia de pasión (apasionamiento, adoración y muerte) de un dinero que se cree Dios (y ofrece así muchos beneficios) pero que, convertido en motor y fin de la vida, se convierte en cáncer (mammona) que mata"

"Por Dios, por el rey y el dinero… Éste fue el canto de la nueva humanidad. Dioses y reyes podían cambiar… Lo único firme era el dinero"

"En ese contexto se alzó Jesús como un revolucionario campesino, sin violencia armada (no fue líder bandolero o militar), al servicio de la humanidad fraterna"

"Jesús lo conoció y lo utilizó, pero invirtiendo su sentido: Vender el dinero para “comprar” (crear) más corazón, más humanidad"

"Pero yo resucitaré otro templo distinto, a los tres días: Es decir, el templo de su cuerpo abierto a todos, el templo de la humanidad que vida en gracia y comunión. Esto es lo que la Iglesia cristiana celebra (con gran emoción, con esperanza) el día de Pascua"

05.04.2021 | Xabier Pikaza teólogo

 

La palabra más enigmática y honda fue aquella que dijo después de haber “limpiado” el templo: Destruid vosotros ese templo, destruid vuestro emporio de falsa religión y de dinero al servicio de sí mismo; yo levantaré a los “tres días” un templo (un mundo distinto) de humanidad (Jn 2, 18-22).

 

            No fue Jesús quien destruyó aquel templo de Jerusalén (arrasado y quemado el año 70 d.C.). Ni es Jesús el que destruye hoy (año 2021) nuestro mundo, amenazado de muerte por un tipo de dinero puesto al servicio de sí mismo; lo destruimos nosotros, esta ciega humanidad de adoradores del becerro de oro, en medio de una tierra convertida en desierto.

Desde ese fondo quiero evocar la historia de pasión (apasionamiento, adoración y muerte) de un dinero que se cree Dios (y ofrece así muchos beneficios) pero que, convertido en motor y fin de la vida, se convierte en cáncer (mammona) que mata. Sobre la amenaza de esa pasión-muerte del dinero, evocaré al final la promesa de Jesús: “A los tres días construiré un templo distinto de humanidad” como gracia y promesa de Vida.  Buen Jueves Santo. El domingo hablaré de la resurrección de la humanidad, por encima del riesgo de muerte del dinero.

 

 1. El único dios y rey el dinero

 

 Situada en un lugar de cruce entre los antiguos imperios del mundo (egipcios, mesopotamios e hititas), la tierra de Canaán (Palestina, Israel), en el contexto de Fenicia y Siria, fue y sigue siendo uno de los centros culturales, políticos y económicos más importantes del mundo:

 

‒ Fenicios y cananeos/palestinos iniciaron una de las primeras redes comerciales del mundo occidental, que se ocupaba no sólo de los productos agrícolas (trigo, vino, aceite) que se extendieron desde allí a la tierra entera, sino de la manufactura y difusión de tejidos de púrpura, de armas y esclavos. 

‒ Fenicios y cananeos inventaron y extendieron el primer alfabeto sencillo, un sistema fácil de escritura, de 23 letras, del que provienen los alfabetos actuales (a excepción del chino y de sus derivados…). 

 

‒ En ese contexto ha surgido también uno de los primeros (más antiguos e influyentes) sistemas monetarios. El dinero en el sentido actual nació también otros lugares (entre hititas  y mesopotamios, en Asia Menor, en la India y en China), pero se propagó de un modo especial desde de Canaán-Fenicia, con fines comerciales (a partir del siglo XII-XI a.C.) 

 

En un sentido extenso, había existido otro tipo dinero “metálico” (oro, plata y bronce, con su valor fijado al peso), pero sólo entonces nació una cultura monetaria y mercantil, definida por el dinero acuñado y el comercio institucionalizado más que por los imperios agrícolas o militares (como en Egipto y Mesopotamia).

 

Antes, los bienes para el intercambio o los tributos de templos y reyes tenían una función directa, sin convertirse en “signo” de valor universal. Sólo ahora, en el contexto de las ciudades siro/fenicias y palestinas empezó a desarrollarse de manera consecuente,  un tipo de dinero con valor en sí mismo, con un fin y sentido mercantil, religioso, político y humano, hasta convertirse en signo de todos los bienes posibles, vendidos y comprados, viniendo a ser el único “dios real” de este mundo.

 

 1. En un sentido, la moneda del entorno bíblico nació y recibe su valor en el mercado, a través de comerciantes fenicio/cananeos, que actuaban como intermediarios de pueblos e imperios, por caravanas de tierra firme o de naves del Mar Mediterráneo. Surgieron así unas personas que no eran productoras de comida o bienes de consumo, sino funcionarias del dinero contado, calculado, escrito en registros alfabéticos. Escritura y moneda vinieron a convertirse así en los dos medios muy significativos de intercambio “cultural” de la humanidad moderna.  El dinero se hizo “dios” de la nueva humanidad.

Tomado de Religión Digital