A VOLEO
Martín Valmaseda
Hoy
les voleamos sobre
nuestras cabezas o
nuestras mesas una palabra
que no viene
del griego pero si, lejanamente del
latín, es uno de
esos juegos de los
que se dice,
como del ajedrez,
que es demasiado reflexivo para llamarlo juego
y demasiado intranscendente para
llamarlo ciencia. Les
vamos a hablar del PUZZLE.
La palabra puzzle (rompecabezas)
proviene del inglés puzzle, derivado del verbo latino ponere, que nos dio
poner, disponer, exposición, positivo, impostor.
Pues ya saben: a
los niños pequeños se les da
para jugar algo parecido
que como son
piezas grandes de cartón y
cuadriculadas el
ROMPECABEZAS que sirve además para construir figuras, también para intentar “romperse la cabeza” cuando los pequeños
se impacientan y terminan
lanzando las piezas como
proyectiles en batalla
campal.
Pero vamos a hablar del puzzle clásico: el de
niños grandes, jóvenes o adultos
que terminan siendo, cuando los
terminan, auténticas obras de
arte, que bien pegadas, se
quedan inmóviles en la pared
como cuadros de famosos pintores o
paisajes artísticos.
Y para profundizar en el simbolismo del puzzle… déjenme soltarles una frase filosófica
La humanidad entera y todo el universo son como un puzzle bien difícil de montar.