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20 de mayo de 2021

Eso que llaman religión

 ISRAEL- PALESTINA:

  UNA OPRESIÓN INJUSTA Y UN PUEBLO INDEFENSO

 


 * Carlos Iaquinandi Castro

   Redacciòn de SERPAL /

 

Ya es imposible ocultar que los bombardeos israelíes sobre Gaza constituyen una acción criminal, con un inexplicable silencio cómplice de lo que denominan “la comunidad internacional”. La mayoría de los medios de comunicación analizan la situación en Gaza omitiendo un dato fundamental: cuál fue esta vez la causa del reinicio de los ataques que han dejado ya centenares de muertos y heridos, entre ellos muchos niños. En las crónicas es difícil encontrar la referencia a las acciones israelíes que se iniciaron unilateralmente en los primeros días de mayo para desalojar familias palestinas de sus hogares en los que viven desde hace décadas. Es una zona próxima a la Mezquita de Al-Aqsa, uno de los lugares sagrados más importantes para el mundo islámico desde hace 15 siglos. Esas acciones de policías y militares israelíes provocaron 178 heridos entre la población palestina.

 

 La gran explanada donde está la Mezquita tiene muros de contención y uno de ellos es el “Muro de los Lamentos”, que tiene también gran significación para los religiosos judíos. Tras el conflicto armado del año 1967 , Israel anexó la región y estableció un statu quo por el cual autorizan a los musulmanes a subir a cualquier hora del día y la noche a la explanada, y a los judíos a ingresar en ella a ciertas horas.  Esta situación ha sido siempre fuente de conflictos graves. Los grupos ultra-ortodoxos judíos violan el statu-quo y hacen incursiones violentas provocando choques con los musulmanes.

 

El asaltto a la Mezquita

 

 El fin de semana pasado estos grupos violentos de la extrema derecha judía agredieron a los palestinos. Y el lunes 10 se repitieron estos incidentes, cuando un gran número de judíos extremistas decidieron asaltar la mezquita de Al-Aqsa para celebrar el aniversario de la Guerra de los Seis Días de 1967, con la que Israel ocupó militarmente Jerusalén Oriental. Pero en este caso, se sumaron fuerzas policiales israelíes disparando granadas de sonido, gases lacrimógenos y balas de goma. Los palestinos se defendieron con piedras. El balance fue de 305 palestinos heridos, varios en estado grave. Estos hechos, coinciden con los anuncios del gobierno israelí de ampliar nuevamente los asentamientos judíos en territorio árabe ocupado.

 

La reacciòn de Hamás

 

Estos graves sucesos, precedieron el inicio de los ataques de Hamás.  grupo armado palestino, que respondió lanzando sus cohetes hacia territorio israelí.  Algo más simbólico que efectivo. Los ataques provocaron alertas en zonas pobladas, pero la mayoría de los proyectiles fueron detectados por los sofisticados sistemas de defensa israelí y destruidos. Las cifras indican más de 200 muertos civiles palestinos, y una decena en Israel. Y los daños en viviendas e infraestructuras son infinitamente superiores en Gaza.

 

Esta historia se repite cíclicamente. La capacidad bélica de Hamás es muy reducida, pero sirve muy bien a Israel como excusa para bombardear Gaza, un pueblo indefenso, cercado, bloqueado en necesidades elementales como las sanitarias, controles militares para desplazarse, suministro de agua, víveres, etc.

 

Días de destrucción y muertes

 

Mientras tanto, Israel está volando edificios enteros donde viven decenas de familias. Eso sí, en algunos casos avisan que atacarán determinados edificios y dan cinco minutos para que sean desalojados. Hay filmaciones de esas voladuras “controladas” de edificios de más de 12 o 15 pisos. Esa crueldad refinada no solo causa víctimas, sino que provoca el caos en la población afectada, que además pierde todas sus pertenencias. En uno de esos ataques murieron dos mujeres y diez niños, habitantes de la finca. Solo sobrevivió un bebé de seis meses. A todo esto, hay que sumar los efectos de la pandemia, ya que en Gaza sólo se ha podido vacunar a menos del 1% de su población.

 


Netanhaju busca mantenerse en el poder

 

Algunos medios independientes israelíes señalan que la provocación inicial de los ultra-ortodoxos judíos puede tener relación con el fracaso de Netanhaju para formar gobierno. El 5 de mayo le venció el plazo post electoral y no consiguió los apoyos necesarios. Y ahora el presidente israelí le ha encargado formar gobierno al centrista Yair Lapid, que al parecer tiene posibilidades de conseguirlo.

 

Con esta acción, Netanhaju vuelve a ser centro de atención y seguramente pretende mostrar ( lo ha hecho siempre) que actuará con toda violencia contra el pueblo palestino, argumentando que son acciones “defensivas”.  Ha sido su jugada para evitar los enjuiciamientos y procesos que tiene abiertos, y mantenerse en el poder.

 

Israel destruye sedes de las agencias de prensa

 

  La impunidad de su acción militar, hizo que el mando israelí dispusiera volar el edificio donde tienen su centro agencias de prensa internacionales, entre ellas Associated Press y la catarí Al Jazeera. En el terrado estaban las antenas de comunicaciones desde donde enviaban su información las agencias internacionales. El objetivo final parece claro; a pesar de que los israelíes argumentaron que en el edificio se escondían “agentes de Hamás”, lo cierto es que el ataque afectará la información desde la zona bombardeada.

 

 Lamentos inútiles y silencios còmplices

 

A estas horas se suman los lamentos de algunos dirigentes políticos y religiosos por la tragedia en Gaza. Pero se sigue tolerando la injusta y arbitraria ocupación militar del territorio palestino por parte de Israel, Se permite que Gaza sea una gran prisión a cielo abierto en la que malviven algo más de dos millones de palestinos bajo el riguroso control militar de los israelíes. En el consejo de seguridad, EEUU bloqueó una iniciativa para pedir a Israel el cese de inmediato sus ataques.

 

El argumento de que el poderoso estado de Israel “se defiende” encubre el apoyo a los opresores.  Su ejército es uno de los más poderosos del mundo y Palestina es su campo de pruebas. “Si eres neutral en situaciones de injusticia, es que has elegido el lado del opresor”, palabras de Desmond Tutu , pacifista sudafricano.

 

 *  Carlos Iaquinandi Castro

 

   Redacción de SERPAL