El cuento de WILLY
Historia de un niño algo especial que de mayor lo siguió siendo… a su manera
Martín Valmaseda
Dibujos: Karla y Andrea Aguilar
CAPÍTULO 29
VIDAS PARALELAS
Entre lo poco que
recuerda su servidor de la
geometría escolar, es que las líneas paralelas
se encuentran en el infinito- ¡huy qué
lejos!…- Pues no; el
infinito está más cerca de lo que parece. Ya verán:
Telma empezó
su vida de estudiante
rodeada de libros y de sesiones
de clase. Willy empezó a trabajar entre herramientas, máquinas, grasa y unos
cuantos compañeros con distintas mentalidades y el
jefe con mentalidad de jefe.
Se veían los
“amigos fuertes” los sábados y
domingos y se contaban sus distintas experiencias de la universidad y el taller.
Algunos fines de semana
los dos se iban a la
aldea de Verapaz donde Willy, además de gustar del
ambiente campesino y de la familia de Telma, con sus seis hermanos, todos más
pequeños, echaba una
mano a las faenas
de maíz y cardamomo y hasta ayudaba
a arreglar algún motor, no de vehículos,
que allí no llegaban,
sino de máquinas de labranza.
En la universidad de Telma se fueron complicando las cosas. Uno de los profesores,
el que gozaba de más prestigio entre los estudiantes,
fue acusado por
algunos otros de querer
cambiar el sistema de enseñanza. Lo
cierto es que en técnicas de comunicación, les pedía
muchas prácticas, de reportajes , lectura y
crítica de libros, filmación de realidades
del país… y ellos
querían sólo que
el profesor hablase
y ellos tomarían apuntes,
estudiarían y punto.
Comentaba
Telma con Willy: “A esos los mandaba yo a trabajar
en la milpa;
que hicieran salir el
maíz por escrito”.
“No se dan
cuenta- decía Willy - de que cultura
y cultivo son lo mismo, que no se
consiguen las cosas
aprendiendo lecciones de memoria,
ni se hace funcionar los
carros sin mancharse de grasa y
a veces
dándose algún golpe en los dedos”.
El golpe lo
recibieron los habitantes
de la aldea de Telma cuando
llegaron por allí
unos señores con
cartera y, sin
saludar apenas, pasaron entre
las casas hablando en voz
baja y
apuntando algo en
unos papeles. Miraban y
señalaban bastante al suelo en unos
lugares de la aldea.
Una semana después
les llegó el
resultado de aquella visita. El
gobernador del departamento les
hacía saber que: desde hace
años se había
descubierto zinc en el subsuelo de
esa zona y se estaba en estudios
de comenzar una
mina a cielo abierto en
toda la zona oeste de la aldea.
A los propietarios
de los terrenos (milpas sobre todo)
les pagarían una cantidad y deberían abandonar casas y
tierra dentro de dos
meses.
Se convocó a una reunión
general en la aldea, para
ver el modo de montar sus
defensas y frenar ese abuso en que no
habían consultado con el
pueblo. El daño no era sólo para
los dueños de aquella
tierra, sino para toda la aldea que
sufriría las consecuencias de
aquella invasión...
Naturalmente Telma y Willy se
juntaron a la
lucha que se avecinaba. Fueron a
hablar en Cobán con el
P. Eulogio y con él
fueron a la asociación de religiosos (CONFREGUA). Sabía
que en otras ocasiones como
aquella, tomaron cartas en el
asunto. Willy ya se estaba
aclarando de que el Dios de Jesús, más
que de ceremonias, era de amor y
defensa de los pobres.
Dijimos
que las paralelas, según la geometría,
se juntan en el infinito. El infinito amor de Dios juntaba
a la estudiante y al mecánico
y sus vidas paralelas. Los problemas que
tenía Telma en los
estudios y en la aldea
familiar se unían con
los de Willy ayudando a su
familia en apuros…Así
aumentaba la fortaleza de amistad en el camino
de los dos jóvenes.
Aquí terminamos el capítulo 29 e iremos viendo como avanzan
las vidas de los
dos jóvenes, sus
familias, la sociedad guatemalteca en
que avanzaban hacia… hacia
el infinito.