COMPARTIR EL PAN
Vicente Martínez
Yo no sueño en la noche, yo sueño todos los días. Yo sueño para vivir. (Steven Spielberg)
Festividad
del Corpus Christi
Esta
es mi sangre, sangre de la alianza, que se derrama por todos
Ya
en el apócrifo Evangelio de Tomás se expone esta sentencia atribuida a Jesús:
“Levanta una piedra: ahí está Dios. Parte un trozo de madera: ahí lo
encontrarás”. Lo que nos induce a concluir que para el propio Jesús, a Dios le
podemos encontrar en cualquiera parte, y no únicamente en la iglesia: en el
hermano necesitado que nos demanda una ayuda, en el enfermo, entre los árboles
del bosque, en las flores cuando son amadas, como decía el poeta indio
Rabindranath Tagore.
Ya San Pablo insistía en su primera Carta a los Corintios, que los templos de Dios eran los propios cristianos. Y en el siglo III los cristianos sirios afirmaban en la Didascalia Apostolorum que “las viudas, los huérfanos, los pobres y los ancianos son el único altar de Dios”.
En
este sentido el versículo 24 de Marcos 14:“Esta es mi sangre, sangre de la
alianza, que se derrama por todos”, adquiere su más profundo sentido de
alimento universal para el hombre -y ¿cómo no?, pues sería una gran injusticia
con ellas- para el resto de las criaturas que pueblan este Planeta.
En
el libro anteriormente citado, repiten los autores: “Al final de la entrevista,
Jesús le habla a Raquel del viento, para que entienda que hay realidades que no
se comprenden racionalmente, que sólo las capta el espíritu, un espíritu
abierto. En el evangelio de Juan, Jesús utiliza la metáfora del viento (Juan 3,
8). En un relato de un jesuita hindú aparece también “el viento” como elemento
“explicativo” del camino que nos lleva al misterio de Dios”.
CORPUS
CHRISTI
Todo
fue así: tu voz, tu dulce aliento
sobre
un trozo de pan que bendijiste,
que
en humildad partiste y repartiste
haciendo
despedida y testamento.
“Así
mi cuerpo os doy por alimento...”
¡Qué
prodigio de amor! Porque quisiste
diste
tu carne al pan y te nos diste
Dios,
en el trigo para sacramento.
Y
te quedaste aquí, patena viva;
virgen
alondra que le nace al alba
de
vuelo siempre y sin cesar cautiva.
Hostia
de nieve, nube, nardo, fuente;
gota
de luna que ilumina y salva.
Y
todo ocurrió así sencillamente.
Tomado de feadulta.com