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16 de julio de 2021

Comunicado Círculo del Silencio de Cádiz

 

COMUNICADO LXIII CÍRCULO DE SILENCIO DE CÁDIZ

14 de julio de 2021

 


Hacemos hoy balance del primer semestre de este año 2021. Según datos ofrecidos por la ONG Caminando Fronteras, en lo que va de año unas 2.087 personas migrantes han muerto o desaparecido en la ruta hacia España, de las cuales 341 eran mujeres y 96 niños. La cifra de fallecidos y desaparecidos en el cruce marítimo entre África y España se dispara un 526% con respecto al mismo periodo de 2020. Además, la ONG advierte que, de las víctimas desaparecidas, apenas se encuentra el cuerpo del 4% y el porcentaje de identificaciones de los mismos es aún más bajo.

Todo apunta hacia la crisis diplomática de España con Marruecos como uno de los factores por el que han aumentado las muertes de migrantes en el mar. A juicio de Caminando Fronteras, la defensa de la vida, que es obligación de los estados, "deja mucho que desear" en el caso de nuestro país vecino.

Dicha ONG ha denunciado que ha habido, por parte de Marruecos, una dejación de responsabilidades en el rescate. Según declaraciones de Helena Maleno –miembro de Caminando Fronteras- “La marina del país africano no ha asistido alertas que han enviado pateras o la propia ONG sobre la situación de riesgo o deriva de embarcaciones; y en el que caso de acudir, los rescates han sido bastante negligentes".

En España, ha indicado la activista, se necesitan "más medios aéreos" y la entidad se une a las peticiones de Salvamento Marítimo para las mejoras de condiciones del personal y de los medios disponibles para abordar la realidad de la ruta canaria.

En nuestro Círculo de Silencio de hoy queremos tener un recuerdo especial y sentido para Yamila, la niña marfileña de cinco años que perdió la vida el pasado 29 de Junio. Yamila viajaba en una patera  que salió del Sahara Occidental junto con otras 34 personas migrantes. Cuando un mercante que pasaba por allí procedió al complicado rescate, la embarcación llevaba unos 17 días en el mar. La pequeña Yamila y una mujer que se encontraban en muy mal estado, fueron evacuadas en helicóptero. Durante el vuelo entraron en parada cardiorespiratoria. Los enfermeros del servicio de búsqueda y rescate del Ejército intentaron reanimarlas, pero solo lo consiguieron con la mujer adulta.

Los padres de la niña Yamila viven en Francia y no están regularizados por lo que no pudieron realizar una reagrupación familiar “de forma legal”, así que la niña se subió a la barquilla a cargo de una prima de la madre. El objetivo familiar era encontrarse en Francia. Los padres han hecho un llamamiento a las autoridades españolas para lograr un salvoconducto que les permita asistir al entierro de la niña.

Además de Yamila y de otra mujer que quedó a la deriva, la información recabada por la Policía revela que puede haber alrededor de una veintena de víctimas más, pues cuando la embarcación salió de Dajla transportaba entre 52 y 60 personas.

Por otro lado, queremos denunciar hoy y mostrar nuestra repulsa a los incendios que están ocurriendo en los asentamientos de Almería y Huelva en los que viven, de manera infrahumana, cientos de migrantes trabajadores temporeros. Muchos de ellos son marroquíes que, tras acabar la temporada de trabajo, no han podido regresar a su país a causa del cierre de fronteras por la pandemia.    

También nos hacemos eco en este espacio de reflexión y denuncia, de la huelga de hambre que están llevando a cabo en Bruselas un grupo de migrantes indocumentados. Desde finales de mayo un grupo de más de 400 migrantes indocumentados, reunidos en la iglesia de San Juan Bautista en Bruselas, están sin comer. Golpeados por la dureza de la pandemia, piden al Gobierno la regularización de su situación tras años de vivir en la clandestinidad.

Durante el día, se turnan para estar en la puerta de la iglesia. Sus torsos desnudos son huesudos y esqueléticos, tienen el vientre hundido hasta casi parecer transparente, el rostro cubierto con prendas sucias, los pies de uno de ellos, retorcidos, parecen muñones al final de dos juncos, con los dedos crispados por los calambres. No hablan. Solo respiran postrados sobre unas mantas. Apenas les quedan energías. No paran de llegar ambulancias. Están al límite y a punto de llegar a un punto de no retorno. Mientras tanto, el gobierno mira hacia otro lado…

Nuestro silencio de hoy es un signo de solidaridad y apoyo a los migrantes que están en huelga de hambre. Es una denuncia a la situación en la que viven los trabajadores temporeros y  un signo de dolor por las más de 2.000 vidas perdidas en el mar en lo que va de año.

 


Amigos, comienza nuestro TIEMPO DE SILENCIO.

 

MESA DIOCESANA DE ATENCION Y ACOGIDA DE MIGRANTES Y REFUGIADOS

DE CÁDIZ Y CEUTA.




“Canto a la libertad” de  José Antonio Labordeta.




Un gran poeta aragonés que lucho siempre por la libertad.


Habrá un día que todos al levantar la vista veremos una

tierra que ponga libertad


Hermano aquí mi mano será tuya mi frente y tu gesto de siempre caerá sin levantar

huracanes de miedo ante la libertad


Haremos el camino en un mismo trazado

uniendo nuestros hombros para así levantar a aquellos  que cayeron gritando libertad


Sonaran las campanas desde los campanarios

y los campos desiertos  volverán a granar

unas espigas altas dispuestas para el pan


Para un pan que en los siglos nunca fue

repartido entre todos aquellos que hicieron lo posible para empujar la historia

hacia la libertad


También será posible que esa hermosa mañana

ni tú, ni yo, ni el otro la lleguemos a ver pero habrá que  empujarla para que pueda ser


Que sea

como un viento que arranque los matojos surgiendo la verdad y limpie los

caminos  de siglos de destrozos contra la

libertad


Habrá

un día que todos al levantar la vista veremos una tierra que ponga libertad………..