Vida (En vida, hermano, en vida)
Si quieres hacer feliz
a alguien que quieres mucho,
díselo hoy. Sé bueno…
¡En vida, hermano, en vida!
Si deseas dar una flor,
no esperes a que se muera;
mándala hoy con amor…
¡En vida, hermano, en vida!
Si deseas decir te quiero
a la gente de tu casa,
y al amigo cerca o lejos…
¡En vida, hermano, en vida!
No esperes a que se muera la gente
para quererla
y hacer sentir tu afecto…
¡En vida, hermano, en vida!
Tú serás mucho más feliz,
si aprendes a hacer felices
a todos lo que conozcas…
¡En vida, hermano, en vida.
Nunca visites panteones
ni llenes tumbas de flores.
Llena de amor corazones…
¡En vida, hermano, en vida!
Una de las razones por las cuales
nos resulta tan dolorosa la muerte
de una persona cercana,
es por la cantidad de cosas
que quedan sin decirse;
por la cantidad de sentimientos
que hubiéramos querido
haber expresado,
pero nunca nos atrevimos a decirlos;
por la cantidad de cosas
que hubiéramos querido haber oído
y nunca nos dijeron;
por la cantidad de momentos valiosos
que se fueron por el sifón;
por la cantidad de caricias que se nos
quedaron enredadas en los dedos.
Sin embargo, cuando nos
encontramos
con los vivos,
callamos, aplazamos…
Somos nosotros quienes nos
disolvemos.
En nuestras propias brumas.
En los días no vividos.
Palabras para el silencio