A propósito de la Resurrección de Jesús
Dios
no es un Dios de muertos, sino de vivos. Los hombres podrán destruir la vida
de mil maneras, pero, si Dios ha resucitado a Jesús, esto significa que solo
quiere la vida para sus hijos. En adelante solo hay una manera cristiana de vivir.
Se resume así: poner vida donde otros ponen muerte.
"Dios resucita a los crucificados"
Dios a reaccionado frente a la injusticia criminal de quienes han crucificado a Jesús. Si lo ha resucitado es porque quiere introducir justicia por encima de tanto abuso y crueldad como se comete en el mundo. Dios no está con los que crucifican, está con los crucificados. Solo hay una manera de imitarlo: estar siempre junto a los que sufren, luchar siempre contra los que hacen sufrir.
“Dios secará nuestras lágrimas”
Dios ha resucitado a Jesús. El rechazado por todos ha sido acogido por Dios.El despreciado ha sido glorificado. El muerto está más vivo que nunca. Ahora sabemos como es Dios. Un día él “enjugará todas nuestras lágrimas, y no habrá ya muerte, no habrá gritos ni fatigas. Todo eso habrá pasado “
El
corazón del mundo
Por eso, la Pascua no es propiamente una << fiesta exclusiva >> para cristianos. Algo que afecta solo a la Iglesia. Es el hecho más decisivo para la humanidad. Un acontecimiento universal que lo orienta y arrastra todo hacia la salvación.
Todo
esto se nos escapa porque aún estamos en camino. Cristo resucitado está vivo en
la Iglesia, aunque su ser más hondo no sea a veces captado ni siquiera por los
que viven dentro de ella.
Está vivo en el corazón de todos los hombres y mujeres, despertando en ellos un hambre de amor, de justicia y de vida que no puede ser saciado en esta tierra que ahora conocemos.
Sería
una falsificación mezquina de la fe pascual reducirla a esperar la vida eterna
solo para uno mismo. << Dios quiere que todos los hombres se salven y
lleguen a conocer la verdad >>.
Si
al celebrar la resurrección de Jesús se despierta dentro de mí un gozo único es
porque espero la vida eterna de Dios, sobre todo para tanta gente a la que veo
sufrir en este mundo , sin conocer la dicha y la paz.