Cuando el Señor cambió la suerte (salmo 125)
Rafael Prieto
Cuando
el Señor cambió la suerte
de
los pobres y de los oprimidos,
de
los pueblos sometidos a dura esclavitud,
nos
parecía soñar.
Cuando
un negro injustamente encarcelado
recobró
por fin la libertad,
y
cuando su pueblo esclavizado
recobró
el derecho de votar y de cantar,
la
boca se nos llenaba de risas,
la
lengua de cantares,
se
multiplicaban los abrazos
y se brindaba con el champán de la victoria.
Cuando
los antes enemigos dialogaban,
cuando
hacían de las armas espantosas
plumas
para escribir las palabras de amistad
y de esperanza.
Cuando regiones subyugadas
y
pueblos enfrentados
se
reunían en asamblea dialogante
en
búsqueda de paz y de justicia,
empezábamos
a creer en el hombre
y
a esperar contra toda esperanza,
y
cantábamos a boca llena :
El
Señor ha estado grande con ellos.
Y
cuando vemos acercarse a Iglesias tan distintas
y
a los cristianos separados unidos
en
la plegaria y el trabajo,
en
el amor y en el dolor de la ruptura,
nos
ponemos alegres
como
el segador que regresa con sus gavillas al hombro.
Los
otros salmos
Colaboración de Juan García