Es bueno dar gracias al Señor (salmo 91)
Rafael Prieto
Dar gracias al Señor
no es decir a Dios: “gracias”.
Es confesarle Padre, con confianza.
Dar gracias al Señor
no es rezar de rodillas.
Es decirle: si, Padre, lo que digas.
Dar gracias al Señor
no es encenderle lámparas.
Es encender su nombre en el alma.
Dar gracias al Señor
no es decirle una misa.
Es hacerte tú mismo eucaristía.
Dar gracias al Señor
no es repetir su nombre.
Es honrarle y servirle en el pobre.
Dar gracias al Señor
no es cumplir la promesa.
Es sentar al mendigo a tu mesa.
Dar gracias al Señor
no es cantar un “Te Deum”
Es mirar tiernamente al por-dios-ero.
Dar gracias al Señor
no es recitar un salmo
Es amar y servir al hermano.
Es bueno dar gracias al Señor.
Es muy bueno proclamar su nombre,
realizando su misericordia
de la mañana a la noche.
Los otros salmos