Requiem
(Requiem por un ser querido)
Silencio y paz.
Fue llevado al país de la vida.
¿Para que hacer preguntas?
Su morada, desde ahora,
es el Descanso,
y su vestido, la Luz.
Para siempre, silencio y paz.
¿Qué sabemos nosotros?
Dios mío, Señor de la historia
y dueño del ayer y del mañana,
en tus manos están las llaves
de la vida y de la muerte.
Sin preguntarnos,
lo llevaste contigo
a la Morada Santa,
y nosotros cerramos nuestros ojos,
bajamos la frente
y simplemente te decimos:
está bien, Señor.
Silencio y paz.
La música fue sumergida
en las aguas profundas
y todas las nostalgias gravitan
sobre las llanuras infinitas.
Se acabó el combate
Ya no habrá para él
lágrimas, ni llanto, ni sobresaltos.
El sol brillará por siempre
sobre su frente.
Y una paz intangible
asegurará definitivamente
sus fronteras.
Señor de la vida y dueño
de nuestros destinos,
en tus manos depositamos
silenciosamente
este ser entrañable que se nos fue.
sentimos su partida,
duerma su alma inmortal
para siempre en la paz eterna,
en tu seno insondable y amoroso,
¡oh Padre de misericordia!
Silencio y paz.
Palabras para el silencio