Se
dice que el cid campeador, aquel
guerrero de la edad media española, ganó
batallas después de
muerto. También Pedro Casaldáliga
sigue anunciando la paz
después de su muerte
con sus poesías y su testimonio
de vida. Es bueno ofrecer
hoy estas palabras poéticas a
San Francisco de Asís,
que escribió el obispo
poeta en San Félix de Araguaia. las leemos y meditamos
PALABRAS PARA EL SILENCIO -- Oración a san Francisco en forma de desahogo
Martín Irure
Compadre
Francisco,
¿cómo
vas de gloria?
¿Y
comadre Clara,
y
la Hermandad toda?
Por
acá, en la tierra,
Vamos
malviviendo;
grande
es la codicia
y
el amor pequeño.
El
amor divino
es
muy poco amado,
y
es flor de una noche
el
amor humano.
La
mitad del mundo
de
hambre se muere;
y
la otra mitad,
del miedo a la muerte.
Hay
pocos alumnos
que
tomen en serio
la
sabia locura
del
santo Evangelio.
Señor
Pobreza,
Perfecta
Alegría,
andan
en los libros
más
que en nuestras vidas.
Hay
muchos caminos
que
llevan a Roma.
Belén
y el Calvario
salieron
de trocha.
Nuestra
madre Iglesia
mejoró
de modos.
Pero
hay mucha curia
y
carisma poco.
Frailes
y conventos
criaron
vergüenza,
más
en sus modales
que
por vida nueva.
Tecnócratas
muchos
y
pocos poetas.
Muchos
doctrinarios
y
menos profetas.
Firmas
y escritorios,
armas
y convenios
planean
la historia
manejan
los pueblos.
La
madre Natura
llora,
poluída,
su
aire y sus aguas,
su
cielo y sus minas.
Pájaros
y flores
se
mueren de susto.
Los
lobos del pánico
ganaron
el mundo.
Dobló
sus pendones
la
antigua arrogancia.
Sólo
lucro y odio
riñen
sus cruzadas.
Pactos
y tratados,
guerras
y más guerras.
Sangre
por petróleo
los
imperios truecan.
Compadre
Francisco,
el
mundo es tan viejo
que
habrá que hacer otro
para
verlo nuevo.
Cuando
Jesucristo
y
Nuestra Señora
vengan
a ayudarnos
a
mudar la historia,
contamos
contigo
en
aquella hora,
y
comadre Clara
y
la Hermandad toda.
Palabras
para el Silencio
Colaboración de Juan de la Cruz