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26 de noviembre de 2021

Palabras (poéticas)a voleo

Se dice que el cid  campeador, aquel guerrero de la edad media española, ganó  batallas  después  de  muerto.  También Pedro  Casaldáliga  sigue anunciando  la  paz  después  de  su muerte  con sus poesías y  su testimonio de vida.  Es bueno  ofrecer  hoy    estas palabras poéticas a San  Francisco  de Asís,  que  escribió el  obispo  poeta en San Félix  de  Araguaia. las leemos y meditamos

PALABRAS PARA EL SILENCIO -- Oración a san Francisco en forma de desahogo

Martín Irure 


Compadre Francisco,

¿cómo vas de gloria?

¿Y comadre Clara,

y la Hermandad toda?

 

Por acá, en la tierra,

Vamos malviviendo;

grande es la codicia

y el amor pequeño.

 

El amor divino

es muy poco amado,

y es flor de una noche

el amor humano.

 








La mitad del mundo

de hambre se muere;

y la otra mitad,

del miedo a la muerte.

 

Hay pocos alumnos

que tomen en serio

la sabia locura

del santo Evangelio.

 


Señor Pobreza,

Perfecta Alegría,

andan en los libros

más que en nuestras vidas.

 

Hay muchos caminos

que llevan a Roma.

Belén y el Calvario

salieron de trocha.

 

Nuestra madre Iglesia

mejoró de modos.

Pero hay mucha curia

y carisma poco.

 

Frailes y conventos

criaron vergüenza,

más en sus modales

que por vida nueva.

 

Tecnócratas muchos

y pocos poetas.

Muchos doctrinarios

y menos profetas.

 

Firmas y escritorios,

armas y convenios

planean la historia

manejan los pueblos.

 

La madre Natura

llora, poluída,

su aire y sus aguas,

su cielo y sus minas.

 







Pájaros y flores

se mueren de susto.

Los lobos del pánico

ganaron el mundo.

 

Dobló sus pendones

la antigua arrogancia.

Sólo lucro y odio

riñen sus cruzadas.

 

Pactos y tratados,

guerras y más guerras.

Sangre por petróleo

los imperios truecan.

 

Compadre Francisco,

el mundo es tan viejo

que habrá que hacer otro

para verlo nuevo.

 

Cuando Jesucristo

y Nuestra Señora

vengan a ayudarnos

a mudar la historia,

contamos contigo

en aquella hora,

y comadre Clara

y la Hermandad toda.


           (Pedro Casaldáliga)

 

Palabras para el Silencio

Colaboración de Juan de la Cruz