Cantad al Señor un cántico nuevo (b) (salmo 95)
Rafael Prieto
No sé cantarte, mi niño;
sea mi canción, quedarme aquí contigo,
cerquita de ti,
en el silencio de siempre.
Quiero vigilar tus movimientos,
quiero velar tus sueños,
quiero sentir los latidos
de tu pequeño corazón ardiente.
Quisiera hacerte una caricia
y darte un beso agradecido.
Cantad al Señor un cántico nuevo.
Todo mi ser está cantando.
¡Qué bien pagado me siento
con el regalo de tu mirada!
Se me han quedado dentro
esos ojos luminosos y profundos.
Yo cantaré a la luz de tus ojos
dondequiera que vaya.
No sé, pero algo nuevo ha nacido en mí.
Yo canto a esta Navidad recién estrenada.
Cantad al Señor un cántico nuevo.
Te has fijado en mí y siento
que el corazón me rebosa de ternura.
Yo soy un hombre nuevo,
con ojos de niño
y corazón de niño.
Yo quiero cantar un cántico nuevo.
Cantad al Señor un cántico nuevo.
Todo lo veo distinto,
desde que tú me miraste.
Te veo en todos los niños,
veo a todos como niños,
hijos de un mismo Padre.
¡Cómo te pareces a los que sufren!
Cómo se parecen los que sufren,
todos son niños,
todos necesitan ser salvados.
Cantad al Señor un cántico nuevo.
Ya no se me apartará de mí
la dulce luz de tus ojos.
Ha nacido la esperanza para el mundo.
Hoy es Navidad en mí.
Hoy es Navidad para todos.
Cantad al Señor toda la tierra;
cantad al Señor, bendice su nombre…
delante del Señor que ya llega.
Los Otros Salmos