COMUNICADO
LXIX CÍRCULO DE SILENCIO DE CÁDIZ
9
de febrero de 2022
“JUNTOS
CONTRA LA TRATA”
Ayer
8 de febrero, con motivo de la festividad de Santa Josefina Bakhita
la Iglesia celebraba la JORNADA MUNDIAL
DE ORACIÓN Y REFLEXIÓN CONTRA LA TRATA DE PERSONAS.
Josefina
Bakhita fue una religiosa sudanesa que
durante 12 años sufrió en primera persona los horrores de la trata y la
esclavitud.
Hoy
queremos dedicar nuestro CÍRCULO DE SILENCIO a reflexionar y denunciar la TRATA
DE PERSONAS en todas sus formas y, de manera especial, en esta FRONTERA SUR
donde somos testigos de tantas víctimas que transitan por caminos y situaciones
de sufrimiento y esclavitud, sometidas a los traficantes de turno, hasta llegar
a nuestra tierra y nuestras costas.
Las Naciones Unidas define la trata de personas con : “la acción de captar, transportar, trasladar, acoger o recibir personas recurriendo a la amenaza o al uso de la fuerza u otras formas de coacción: al rapto, al fraude, al engaño, al abuso de poder o de una situación de vulnerabilidad o a la concesión o recepción de pagos o beneficios para obtener el consentimiento de una persona que tenga autoridad sobre otra con fines de explotación”.
Los
fines de la trata y explotación de personas suelen ser: la explotación sexual, los trabajos forzados, la esclavitud o las
prácticas análogas a la esclavitud, la servidumbre o la extracción de órganos.
La
TRATA DE PERSONAS es un delito grave,
es la expresión cruel y moderna de la esclavitud, una de las peores violaciones
posibles de los derechos humanos y una
grave amenaza para la dignidad y la integridad física de las víctimas. Cada
año, miles de personas caen en manos
de traficantes, en sus propios países y en el extranjero. Casi todos los países
del mundo se ven afectados por la trata, ya sea como país de origen, tránsito o
destino para las víctimas.
La
UNODC (Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito) estima en 2,5 millones el número de personas VÍCTIMAS DE LA TRATA en el mundo. Sin
embargo, se calcula que por cada víctima de la TRATA DE PERSONAS identificada
existen 20 más sin identificar. El 75%
de las víctimas de trata son mujeres y niñas.
La
trata puede parecernos una realidad invisible, pero está presente en nuestra
vida cotidiana. Detrás de algunas de las personas que piden una limosna en el
supermercado de nuestro barrio puede haber una víctima de la mendicidad y de la
trata; detrás del mundo oculto y ocultado de la prostitución hay mujeres que
son explotadas. Detrás de la ropa que llevamos, o la fruta o verdura que
comemos, puede estar el sufrimiento de personas que, víctimas de la cultura del descarte, son explotadas
y obligadas a trabajos forzosos por interés económico; personas cosificadas,
consideradas como mercancía, como instrumento de enriquecimiento.
El
papa Francisco ha condenado en
numerosas ocasiones esta práctica delictiva y deleznable: “Reafirmo que la
«trata de personas» es una actividad innoble, una vergüenza para nuestras
sociedades que se consideran civilizadas. ¡Explotadores y clientes a todos los
niveles deberían hacer un serio examen!... La Iglesia renueva hoy su fuerte
llamamiento para que se defienda siempre la dignidad y la centralidad de toda
persona, en el respeto de los derechos fundamentales, como destaca su doctrina
social, y pide que los derechos se extiendan realmente allí donde no se los
reconoce a millones de hombres y mujeres en todos los continentes.”
Hoy, hacemos silencio
para dar voz a los millones de personas que sufren los horrores de las formas
modernas de trata y esclavitud.
Denunciamos la complicidad
con la que la sociedad tolera y mantiene todo tipo de trata: explotación
sexual, laboral, tráfico de órganos, mendicidad, matrimonios forzados, comisión
de actos delictivos… o cualquier otra forma de explotación. Esta complicidad se
traduce en desconocimiento, indiferencia, falta de denuncia, consumo de prostitución y de productos
elaborados mediante la explotación laboral.
Como
dice el Papa Francisco: “Existe quien, aun conociendo el problema, prefiere no
hablar porque se encuentra en el final de la cadena de consumo, ya que si bien
los traficantes son un eslabón en la cadena de la trata, otro lo es la demanda
que genera el mercado. Para acabar con
la trata es necesario terminar con la demanda.”
Denunciamos las políticas
migratorias que no ofrecen vías legales y seguras a
las personas que quieren salir de sus países de origen, obligándolas a poner en
peligro sus vidas y haciéndolas más vulnerables de caer en redes de traficantes
y tratantes.
Reclamamos
a los Gobiernos y Administraciones Públicas:
•
Políticas que acaben con la pobreza extrema, la violencia, la corrupción, el
crimen organizado y el tráfico y trata de seres humanos.
•
Rutas migratorias seguras y legales, que garanticen la defensa de la dignidad
humana, su integridad física y sus derechos fundamentales.
•
Facilitar el desarrollo humano integral, con una educación de calidad desde la
infancia y creando oportunidades de formación y empleo en los países de origen.
Pedimos
al conjunto de la ciudadanía:
•
Implicación activa y efectiva para luchar contra todo tipo de esclavitud,
cuestionándonos nuestra forma de relacionarnos con los migrantes y refugiados y
nuestros hábitos de consumo.
•
Coraje y honestidad para optar por un posicionamiento claro en contra de la TRATA DE PERSONAS.
•
Preguntarnos sobre nuestro modelo de crecimiento económico que prioriza el dinero frente a las personas.
No
caigamos en la indiferencia, escuchemos el grito de tantas personas privadas de
dignidad y de libertad y trabajemos por un mundo donde, por fin, se rompan
todas las cadenas de esclavitud.
¡JUNTOS CONTRA LA TRATA!
Amigos,
comienza nuestro TIEMPO DE SILENCIO.
MESA
DIOCESANA DE ATENCION Y ACOGIDA DE MIGRANTES Y REFUGIADOS
DE
CÁDIZ Y CEUTA