Protesta
(La protesta de Dios)
Martín Irure
Las
madres dejan el fogón vacío
y
gritan en la calle el hambre
de
los hijos.
Ruge
el Señor como león (Am 3,8).
Recibió
el haitiano su paga atrasada
con
un rostro de dolor contenido.
Y
Jesús echó en torno una mirada
de ira (Mc 3,5).
Estiran
los obreros su brazo
levantado
y
en la pancarta exigen su derecho.
El
Señor viene a entablar un pleito
con
los jefes de su pueblo (Is 3,14).
Un
joven fue condenado
por
su apariencia,
y
un traficante absuelto
por
su dinero.
Y
el Señor, por manto,
se
envolvió en la indignación ( Is 59,17).
Un
chiripero accidentado
agoniza
solo
en
el suelo de la sala de emergencia.
Y
Jesús, dando un gran grito,
expiró
(Mc 15,37).
Palabras
para el silencio