El COMUNICADO LXX DEL CÍRCULO DE SILENCIO DE CÁDIZ ( Migrantes y Refugiados), dedicado también al DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER.
9
de marzo de 2022
Ayer
8 de marzo conmemorábamos el Día Internacional de la Mujer.
Millones
de mujeres tomamos las calles en muchas ciudades del mundo para decir que aún
queda mucho camino para la plena igualdad, que estamos cansadas de este sistema
patriarcal, que vamos a seguir luchando por la igualdad de oportunidades para
dejar a las generaciones venideras un mundo más justo.
En
muchos lugares del mundo, la mujer sigue sufriendo de manera muy acusada la
opresión, la esclavitud, la violencia de un sistema y de una cultura machista;
es sometida a diversas violaciones de su dignidad e integridad física y se le
niegan derechos básicos como la educación, la libertad de expresión, el derecho
a la propiedad, etc.
Muchas
de estas mujeres abandonan su tierra, algunas huyendo de las vejaciones a las
que son sometidas, otras buscando oportunidades laborales para salir adelante,
a otras las mueve el deseo de luchar por unas mejores condiciones de vida para
su familia…
Aprovechando
el eco del 8 de marzo, hoy queremos dedicar nuestro Círculo de Silencio de
manera especial A TODAS LAS MUJERES MIGRANTES Y REFUGIADAS del mundo.
Las mujeres representan casi la mitad de los 244 millones de migrantes y la mitad de los 19,6 millones de personas refugiadas del mundo. Nunca antes tantas mujeres habían migrando para mejorar su trabajo, sus vidas y las de sus familias.
Para
muchas, la migración aporta estas ventajas pero, para otras, incluye correr
riesgos peligrosos, como la explotación en trabajos domésticos y la
vulnerabilidad ante la violencia. Las políticas y prácticas migratorias no han
sabido reconocer a tiempo estos riesgos y adoptar medidas para que el proceso
migratorio resulte seguro para estas mujeres.
No
es nada fácil ser mujer migrante, es un colectivo especialmente vulnerable que
tiene que hacer frente a discriminaciones de diversa índole. Además de todo lo
sufrido en los países de origen, muchas mujeres que deciden migrar son
cosificadas y tratadas por las mafias antes y durante el trayecto migratorio y,
una vez en el país de destino, siguen sufriendo explotación laboral, sexual,
etc.
En
el mundo la mayor parte de las víctimas de trata son mujeres adultas (49%),
seguidas de las niñas (23%), siendo la explotación laboral el segundo motivo
después de la explotación sexual.
Las que llegan por otras vías a nuestros países, tienen que hacer frente a realidades sociales y laborales muy duras en las que se hace latente de manera especial la desigualdad y las injusticias.
La
pobreza y la precariedad laboral tienen rostro de mujer migrante. Según datos
oficiales, más de un 60% de las mujeres que trabajan como empleadas del hogar y
cuidadoras en España son migrantes. Pero muchas ni siquiera aparecen en las
estadísticas, porque trabajan sin contrato. Lo que supone una negación absoluta
de sus derechos. Las trabajadoras en régimen de internas están sometidas a una
mayor explotación e indefensión.
Según
el Informe sobre la Migraciones en el Mundo 2021 de la OIM- Organización
Internacional para las Migraciones- , las mujeres migrantes ocupan en el mundo
alrededor del 74% de los puestos laborales del sector servicios, como el
trabajo doméstico, experimentando en muchos casos condiciones de precarización
laboral, empleos mal remunerados y en situaciones
de irregularidad, por lo que están más expuestas a sufrir violaciones de sus
derechos laborales.
Por
otro lado, tan sólo un 22 % de las trabajadoras migrantes del mundo cuentan con
algún tipo de protección social, por lo
que las ayudas que algunos países
establecen para mitigar la pérdida de ingresos a menudo no están disponibles
para estas mujeres.
Por
último, queremos traer a nuestro círculo la noticia más triste y dolorosa que
afecta a las mujeres migrantes: según los datos de la OIM, en 2021 al menos 683
mujeres perdieron la vida en las rutas migratorias de todo el mundo. Mujeres
que vieron truncado su proyecto migratorio por la imposibilidad de hacerlo de
manera segura y legal.
Hoy,
en este espacio de reflexión y denuncia reconocemos públicamente la valentía y
fortaleza de todas las mujeres migrantes, reconocemos también en su proyecto
migratorio el gesto de amor y de sacrificio por sus familias.
Celebramos
los enormes esfuerzos realizados por las mujeres de todo el mundo a la hora de
definir un futuro más igualitario.
Exigimos
la lucha incansable de toda la sociedad por la igualdad de oportunidades entre
hombres y mujeres.
Denunciamos
las desigualdades y explotaciones a las que se ven sometidas muchas personas
por su condición de mujer y migrante.
Reconocemos
y agradecemos el trabajo silencioso, casi invisible, de miles de mujeres
migrantes que cuidan con dedicación y profesionalidad de nuestros hogares,
nuestros mayores e hijos, de nuestros enfermos y personas dependientes y
pedimos reformas laborales que doten al servicio doméstico de unas garantías
justas y dignas.
Y
hoy no podemos terminar nuestro círculo de silencio sin dedicar un momento de
nuestro tiempo a la barbarie que está sucediendo en Ucrania. Queremos tener
presentes a todas las personas que están sufriendo las devastadoras
consecuencias de la guerra y mostramos nuestra solidaridad con los que tienen
que huir de su país buscando refugio.
Exijamos
el fin de esta guerra!
Amigos,
comienza nuestro TIEMPO DE SILENCIO.
MESA
DIOCESANA DE ATENCIÓN Y ACOGIDA DE MIGRANTES Y REFUGIADOS
DE
CÁDIZ Y CEUTA