Palabras a Voleo
Martín Valmaseda
Hoy sí
que tratamos de una palabra universal
de las que como muchas de esas
palabras de importancia universal, no
se estiman más que
cuando faltan. Tengo la experiencia
de que en un país
con embalses abundantes en una
ciudad muy bien abastecida,
en un
edificio del centro de la
capital una noche
se rompe una tubería importante
y por la mañana los habitantes se encuentran
sin ...
AGUA
Entonces
se dan cuenta de que mas importante que
sus teléfonos, sus trajes ultimo
modelo y sus vehículos más
últimos.. hasta sus bebidas Pichi cola, tiruli cola y otras
colas lo principal" es
el "agua cola".
Ya no tienen que
ver documentales donde las
mujeres, sobre todo
ellas, en África tienen que
caminar kilómetros para traer a
su choza,
en la cabeza una lata
con agua.
Sería
bueno que en todas
las casas de la civilizada
Europa, América del Norte...o
en otras privilegiadas del sur
del mundo no se celebrase
el día del agua
sino el día SIN agua y todos los habitantes un día sin
esperarlo, nos despertásemos sin
agua... ¿a ver que
haríamos?
Les dejo
como final un párrafo redactado
en un país del
sur (telesur de Vene zuela) y
piénsenlo un poco
antes de que como dicen los que
saben del clima empiecen las guerras del agua.
Aquí lo tienen:
El agua es la fuente, el origen, de la existencia de la totalidad. Allí están las diferentes leyendas que narran los orígenes míticos de diversas civilizaciones emergiendo desde y con el agua. El agua es una de las divinidades que dieron origen y preservan la vida, en sus diferentes formas, en la comunidad cósmica. El agua es la que hace posible que exista la vida. Y todo tiene vida. En ese sentido es un ser divino.
El agua es Mama Yacu (madre agua, se dice en quechua) que crea y procrea la Vida. Nuestra Madre que nos amamanta durante toda nuestra existencia hasta hacer que más del 70% de nuestro organismo esté compuesta de agua. En ese sentido somos agua. Tenemos la identidad y esencia de Agua.
Esta
conciencia e identidad agua la fuimos escondiendo en la medida que perseguíamos
la modernidad como horizonte civilizatorio. Pero, ahora, ante los límites de la
modernidad de “gestionar los recursos naturales” ya es momento de repensar
nuestra identidad y espiritualidad agua. Somos agua que camina, que ama, que
piensa, que sueña. Somos agua que se organiza sociopolíticamente para canalizar
nuestras fuerzas y convertirnos en ríos de luchas por la Vida. Eso somos. Agua.