Cena Ecológica, parte de la pintura de Maximino Cerezo arreglo: Ana Isabel Pérez y Martín Valmaseda

Cena Ecológica, parte de la pintura de Maximino Cerezo arreglo: Ana Isabel Pérez y Martín Valmaseda

17 de marzo de 2022

PALABRAS A VOLEO -OJOS-


 Palabras a Voleo

Martín Valmaseda

En  esta  ocasión  vamos a reflexionar  sobre  una  palabra  de la  que  no nos  preocupa más  que  cuando  nos  empieza a fallar.  Generalmente  cuando  vamos  siendo mayores y  nos  empezamos  a  dar  cuenta  de que  no  vemos  bien (los  pequeños  a  quienes les  empiezan  a fallar, nos  hacen  gracia; acuérdense    de Manolito gafotas).  Y  ya  se  estarán  dando  cuenta  de  que  les  vamos  a hablar  de 

LOS OJOS...

de  esos  ojos  que  habla  el  himno  litúrgico: "Mis ojos, mis pobres  ojos  que acaban  de  despertar  los  hiciste  para  ver, no  sólo para  llorar".



Tenemos  los  ojos  para  ver  y  para  mirar, aunque  no  es lo mismo.  Hay  personas,  especialmente  los  políticos  y  responsables   de comunidades,  como los párrocos,  maestros, periodistas,,,  que  son muy  hábiles  en  mirar  hacia  otro  lado  para  no  darse  cuenta  de lo   que  sucede, y  hablar  de otras cosas,  no  del  sufrimiento  de  pobres,  emigrantes, etc...

Al  contrario  Jesús  de Nazaret,  era  especialista  en  fijar  su mirada triste  o  cariñosa  sobre lo  que  sucedía  frente  a él,  preferimos  reflexionar  sobre  las miradas  de Jesús

Ese  Jesús  que  miraba  de frente,  que  no  hacía  como  que veía---..

El  que  cuando  aquel  muchacho  que  había  cumplido  los mandamientos se  ganó la mirada  amorosa  de Jesús,  pero  lo puso  triste  cuando  no  se  atrevió  a  dejar  en  manos  de los  pobres  su porvenir  para  seguirle  a  El.

El  Jesús  que  miró  con  tristeza  a  los "teólogos"  de su  época   cuando  no  querían  que  curase en  sábado  al  de la  mano  paralítica, porque  el  sábado  era  más importante  que  la  compasión.

Ese  Jesús  que  se fijaba  en  el publicano bajito  que  había  trepado al  árbol y  le  pedía  que le  invitase a comer     en su  casa porque los  enfermos  tienen mas necesidad  de médico que  los  que  se  creen  sanos...  que  se  fijaba  en  los  niños  despreciados  en  aquella sociedad.

Que  los  dejaba  crecer  olvidados  en brazos  de  sus madres,  que  para  eso  estaban...

Tal  vez nosotros  podríamos  alguna  vez  agarrar  los evangelios  y  dar  un  repaso a las miradas   de Jesús.

No  fijarse en  los ojos  altivos  del  pantocrátor o en los  furibundos del Miguel Angel de la  capilla  sixtina...  y  repasar  todos  los  evangelios  aprendiendo  de las miradas  de Jesús  que  no  sólo  veía y   miraba    sino  que fijaba  los ojos  en  las personas  y  a  través  de ellos leía  en  sus corazones  sus angustias,  esperanzas,  desconciertos... y  nos  pregunta.

¿Que hacemos  cada  uno   de nosotros  que  hacemos  con  nuestros  ojos?