Palabras a Voleo
LOS ORIGENES
La palabra
que hoy "voleamos"
va en
contra de lo que
muchos conservadores dicen
con voz de nostalgia "en mis
tiempos" y se quedan
anclados en los
tiempos de su primera comunión, o
de su boda como si
el mundo o la fe
cristiana hubiera empezado ahí,,,
a esos
les decimos que
si quieren mirar atrás miren a...
"Sin sospechas ni
divisiones, sin habladurías, rumores o recelos. Hagan “sínodo”, es decir,
“caminen juntos”"
"No tengáis miedo de recorrer itinerarios nuevos, incluso arriesgados (...). El culto a Dios pasa por la cercanía al hermano"
"No tengáis miedo
de recorrer itinerarios nuevos, incluso arriesgados (...). El culto a Dios pasa
por la cercanía al hermano"
El Papa llama a
"volver a la Iglesia de los orígenes", con quienes "son
crucificados por el dolor, la miseria, la pobreza y la violencia"
"La vida de la
Iglesia no es solamente una historia pasada que hay que recordar, sino un gran
futuro que hay que construir"
"El elegante
guardarropa de los hábitos religiosos no siempre corresponde a una fe
entusiasta animada por el dinamismo de
la evangelización"
El Papa invita a
"ser una Iglesia a la que le importa la amistad con Jesús y el anuncio de su Evangelio, no la
búsqueda de espacios y atenciones; una Iglesia que pone en el centro el
testimonio, y no ciertas prácticas religiosas; una Iglesia que desea ir al
encuentro de todos con la lámpara encendida del Evangelio y no ser un círculo
cerrado"
"Es necesario vigilar para que las prácticas religiosas no se reduzcan a la repetición de un repertorio del pasado, sino que expresen una fe viva, abierta, que difunda la alegría del Evangelio"
02.04.2022 Jesús
Bastante
"Este es el Evangelio que estamos llamados a vivir: acoger, ser expertos en humanidad y encender hogueras de ternura cuando el frío de la vida se cierne sobre aquellos que sufren". Volver a los orígenes. Volver a la cruz. Volver, en definitiva, a quienes "son crucificados por el dolor, la miseria, la pobreza". Ese fue el principal mensaje del Papa Francisco durante el encuentro de oración en el santuario mariano de Ta'Pinu, en la isla de Gozo, a la que Bergoglio llegó surcando el mar, en catamarán.
Junto a unas tres mil
personas que le esperaban, impacientes e incombustibles, Francisco (cojeando
visiblemente) escuchó los testimonios del obispo de Gozo, Anthony Teuma; de
Sandi y Domenico, tres décadas de matrimonio y una esclerosis múltiple les
contemplan; de Jennifer Cauchi, cautivada por la Virgen en el santuario; o de
Francesco Pio Attard. Después, reflexionó sobre el dolor y el amor de la
compañía, poniendo como ejemplos a María y Juan, al pie de la cruz, mientras
Jesús "carga sobre sí las llagas de la humanidad".
Porque la muerte
"no es la conclusión de la historia, sino que señala el comienzo de una
vida nueva" y, "desde este Santuario de Ta'Pinu podemos meditar
juntos sobre el nuevo inicio que brota de la hora de Jesús". Algo que se
ve, también, en las piedras. Este santuario, hace unos años, era "sólo una
pequeña capilla en estado de abandono. Se había dispuesto que fuera demolida; parecía el final. Pero una serie de
acontecimientos cambiaron el curso de la historia", y se convirtió en santuario
nacional".