Hágase tu voluntad....
...
Y la mujer que yo conocía desde hacía años,
me
llamó aparte y me dijo con tono de misterio:
"
Padre, voy a enseñarle un secreto. ¡Venga! "
Entramos
en el cuarto.
En
la cama estaba su hijo. Un monstruo.
La
cabeza enorme, como la de un adulto,
y
el cuerpecillo
como
el de un niño. Los ojos clavados en el techo.
La lengua se movía como la de una serpiente.
"
¡ Dios mío ", exclamé como en un gemido.
"
Padre - me dijo ella -, yo cuido a este hijo mío
desde
hace ya ocho años. Sólo me conoce a mí.
Me
gusta mucho. Nadie lo sabe". Y concluyó:
"
Dios es bueno, es Padre...".
Y
miró serena hacia lo alto. "¡Hágase tu santa Voluntad,
así
en la tierra como en el cielo!"
Solo
dijo eso. Lo dijo todo.
Salí
sin pronunciar ni palabra. Cabisbajo.
Aterrado
por aquel hijito. Perplejo por la madre.
Sólo
una palabra se cruzó por la cabeza:
"
¡Qué grande es tu fe, mujer! " (Mt 15,28).
Leonardo Boff ( el Padrenuestro) - La oración de la liberación integral
Colaboración de Juan de la Cruz