Fe y vida: Consuelo Vélez¡Y ganó "El cambio por la vida"!
"Gracias
Gustavo Petro por no haberte cansado a pesar de tanta oposición"
¡Y
ganó "El cambio por la vida"
"Espontáneamente
mucha gente ha salido a la calle para celebrar este triunfo. No importa la
lluvia (en Bogotá) porque es más grande la alegría del triunfo. Pero lo más
interesante es la presencia masiva de tantos jóvenes"
"Los
periodistas de los medios casados con el gobierno actual, no saben muy bien
cómo transmitir este triunfo. Se les ve rígidos, como a muchos de los invitados
a comentar. Es que después de tantos meses contribuyendo al desprestigio de la
campaña del Pacto Histórico, ahora no saben ni qué decir"
"Gracias Francia Márquez por hacer realidad que una mujer como tú -a los que tantos tienen recelo por ser negra, ser lideresa, ser valiente- ocupe este segundo cargo de la nación, rompiendo el techo para las mujeres pobres, negras, del pueblo"
20.06.2022 Consuelo Vélez
Han sido tres semanas muy difíciles desde la primera vuelta y por fin, “ganó el pacto por la vida”. En este día no ganó una persona -Petro- sino que ganaron las periferias, las víctimas, los y las nadies, la población afro, y tantos pobres con diferentes necesidades y exclusiones. Además ganó un relato que se acerca más a la verdad (todo relato es limitado como la misma vida humana) porque no es verdad que los guerrilleros insertados no puedan acogerse a la legalidad y seguir construyendo patria, porque no es verdad que el único sistema confiable es el neoliberalismo, porque no es verdad que hay que esperar indefinidamente para empezar el cuidado de la casa común, porque no es verdad que los gobiernos progresistas son comunismo, porque no es verdad que no podamos tener un Estado de Bienestar -como tantos países del llamado primer mundo- para garantizar una educación, una salud, una pensión, una vivienda y tantas otras necesidades básicas a lo que tienen derecho todo colombiano/a.
Los/as
pobres, los/as nadies ¡no son vagos!, ¡no son atenidos!, -como los califican
tantas personas desde su comodidad-. Ellos son víctimas de la injusticia social
de la que esta parte de Colombia, hoy ganadora, se cansó y ha puesto todo de su
parte para comenzar a revertirla. Que la injusticia se haga justicia, que le
vida triunfe sobre la muerte, que la paz acabe con la guerra.
Espontáneamente mucha gente ha salido a la calle para celebrar este triunfo. No importa la lluvia (en Bogotá) porque es más grande la alegría del triunfo. Pero lo más interesante es la presencia masiva de tantos jóvenes. A ellos también les debemos este triunfo porque son los que hace un año protestaron en las calles porque la situación que vivimos no se puede tolerar más. Su constancia, audacia y fortaleza muestra la conciencia política de los jóvenes y su compromiso con construir nuestra patria. No es verdad que los jóvenes son vándalos -como también los califican tantas personas que solo viven en su pequeño mundo, temerosos de cualquier cambio-.
La alegría de este momento refleja un sentir del “pueblo”. Ese pueblo que se logra unir y luchar por causas comunes. De este pueblo nos habla el papa Francisco en la Fratelli Tutii, pero lamentablemente, hay una porción de Iglesia que no puede salir a celebrar con este pueblo, porque parece que nunca esta con él, aunque en teoría dice seguir al Jesús del reino, donde los pobres ocupan el primer lugar. ¡Esas son las incoherencias de nuestra fe!
Los
periodistas de los medios casados con el gobierno actual, no saben muy bien
cómo transmitir este triunfo. Se les ve rígidos, como a muchos de los invitados
a comentar. Es que después de tantos meses contribuyendo al desprestigio de la
campaña del Pacto Histórico, ahora no saben ni qué decir. Porque, aunque fue
verdad que de todas las campañas hubo iniciativas de atacar personalmente al
contrincante, es verdad de toda verdad que contra Petro todo eran ataques, todo
era distorsión, no hubo un solo debate en que los oponentes no partieran de una
mentira para atacarlo y que los periodistas no le hicieran preguntas con la
intencionalidad de reforzar prejuicios infundados.
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