Envía tu aliento (salmo 103)
Rafael Prieto
Envía,
Señor de la vida, tu aliento vivificante.
Sin
tu aliento, ¿qué nos queda?
Sin
tu aliento, un cadáver cósmico
gira
y gira en el vacío.
Sin
tu aliento, un frío insoportable
un
absoluto sin- sentido.
Pero
si tú alientas, todo el espesor del mundo
se
convierte en energía inteligente,
en explosión de vida.
Exhala
tu aliento sobre el mundo,
que
crezca en perfección y en armonía.
Sopla
sobre esta tierra nuestra,
que
se llene de música y primavera.
Exhala
tu aliento sobre las Iglesias,
para
que sea imparable el camino
de
la reconciliación y la unidad.
Alienta
en nuestros cuerpos de barro,
que
se esponjen de espíritu y embellezcan,
transfigurados,
dignificados.
Alienta
en nuestras almas nobles,
espejos
de tu gloria, templos
contagiados
de divinidad,
pura
belleza y gracia.
¡Dios
mío, qué grande eres ¡
todo
está vestido de tu benevolencia.
Vístenos
de misericordia,
revístenos
de Jesucristo
para
gloria de tu nombre.
¡Gloria
a Dios para siempre ¡
Los
Otros Salmos
Colaboración de Juan de la Cruz