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28 de julio de 2022

Nuevo informe sobre Desarrollo Humano, en Guatemala el gobierno censuró el original

 

En Cobán presentan nuevo Informe sobre Desarrollo Humano; Gobierno censuró el original



“Vamos cuesta abajo, yendo al vacío, porque la cosa no parece que vaya a cambiar. En el informe se cuida de no mencionar la corrupción como la principal causa del bloqueo al desarrollo humano en el país, ya que está representada en el presidente Alejandro Giammattei y su corte de corrupción”. Sacerdote Sergio Godoy

Por Francisco Simón y Elías Oxom

El 29 de junio de 2021, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), debió publicar su informe 2020 sobre Guatemala, respecto al Desarrollo Humano titulado “La celeridad del cambio: hacia una mirada territorial del desarrollo humano”, sin embargo, la representante residente de ese organismo internacional, Ana María Díaz, de forma unipersonal accedió a la presión del presidente Alejandro Giammattei y su gabinete de gobierno para censurar el informe, que fue elaborado por ocho investigadores reconocidos en el país.

Ante esa censura, los destacados académicos y académicas, que participaron directamente en la elaboración del informe, enviaron una carta a la representante Díaz, el 2 de marzo, en la que pidieron que sus nombres no aparecieran en la nueva versión que estaban preparando.

El informe original era muy complejo, profundizaba con evidencias la complejidad de la desigualdad en Guatemala, en un periodo histórico de cinco años, que abarcaba del 2017 al 2020, con datos estadísticos, bibliográficos, narrativos y trabajo de campo centrado particularmente en los territorios. 

Los resultados de ese trabajo, sin embargo, no se publicaron de manera oficial, pero un medio de comunicación filtró el documento, en el que se describe como la pobreza, la inseguridad alimentaria, los problemas ambientales, el despojo de las tierras y la imposición de proyectos extractivistas en territorios de pueblos originarios, perjudican a las personas que viven en las provincias del país y que los obligan a migrar de sus pueblos y comunidades de origen. Esos hallazgos fueron los que incomodaron al presidente Giammattei.

No obstante, pese a la oposición de los investigadores, de 14 personas que integraron el Consejo Consultivo para el Informe Nacional de Desarrollo Humano y el rechazo de diversos sectores académicos, la entidad de las Naciones Unidas con presencia en Guatemala, presentó este 11 de julio en un hotel de Cobán, Alta Verapaz, un año más tarde, los resultados de un nuevo informe, abordado de una manera diferente, con datos alterados y posiblemente manipulados a petición del gobierno.

Uno de los cambios de fondo se destaca en el titular del documento, el título de la versión original lo situaron en segundo plano y el periodo histórico abarca de 2002 al 2019, sin explicar la metodología que se utilizó para abordarlo. Por ejemplo, al levantar la información en campo no se consideró la parte lingüística de los sujetos de estudio.



Algunos hallazgos del informe

Este nuevo informe dice lo contrario, comparado con el que fue censurado por el gobierno de Guatemala. Los resultados indican que en la región del altiplano Centro Occidental, los índices más altos de desarrollo humano se concentran en las cabeceras departamentales del territorio y en los municipios conurbados, donde se ha producido la mayor expansión urbana.

Las mejoras de desarrollo humano se explican en particular por los avances en la escolaridad media y la esperanza educativa, reflejados en el índice de educación, dimensiones que han mejorado significativamente, incluso en las zonas mayoritariamente rurales e indígenas. Aunque el incremento en la calidad de vida reflejado en el índice de ingresos tuvo un desempeño muy bajo, menor al 0.5 % anual.

Mientras que, en la región de los Cuchumatanes, la migración es un factor predominante en el territorio, pero no aborda la importancia de las remesas en la economía familiar-local y las causas que empujan a la población a tomar una decisión difícil de salir de su pueblo, quedaron poco explicadas.

En resumen, se ha visto que la salida de población de los Cuchumatanes hacia Estados Unidos, que se da desde finales del siglo pasado es parte de los procesos históricos de movilidad, impulsados por la necesidad y la lucha por la sobrevivencia.

Según el informe, las tierras bajas del Norte, tienen una característica peculiar y es su significativa contribución a la seguridad alimentaria del país y la importancia de la agricultura. Esa descripción refleja una debilidad al arrojar los resultados, ya que no reconoce que la lucha de sobrevivencia de los pueblos de esa región se da por sus propios medios y formas de vida y organización y no con el apoyo del gobierno. Por ejemplo, la cocina campesina, agroecológica e indígena es un proyecto del buen vivir, que ha impulsado la población maya Q’eqchi’ desde la parcela diversificada y el mercado campesino.

Además, los resultados de los desalojos, la quema de viviendas y la migración forzada provocada por la criminalización de terratenientes quedaron invisibilizados. La única realidad que enfatizan es en la producción de la palma africana y sus efectos.

“Al cultivo de palma aceitera se le atribuyen varios problemas ambientales y agrícolas en su producción, como la erosión del suelo y cambio de uso de suelo, que en algunos casos implica deforestación; posible contaminación de fuentes de agua en aquellos casos en los que haya una aplicación inadecuada de fertilizantes y pesticidas por la falta de adopción de buenas prácticas agrícolas, y el riesgo de desplazamiento de otros cultivos”, cita el informe.

Otro dato que se refleja en el estudio es en cuanto a la presencia de las hidroeléctricas en esa región. señala que la ejecución de los proyectos conlleva también la compra y venta de la tierra para su concretización, pero no identifica la apropiación ilegal de las tierras de los campesinos por parte de las empresas transnacionales, ni los casos de persecución y encarcelamiento de dirigentes comunitarios, como el caso de Bernardo Caal.

“Desde la perspectiva de muchos habitantes, eso genera desconfianzas e incertidumbre. La conflictividad se exacerba porque la mayoría de los pobladores carecen de información confiable”, concluyó.


Nuevo informe y posible censura

Aunque el gobierno censuró el informe original, por fin salió uno más o menos y no niega lo evidente, que Guatemala, está en uno de los últimos lugares en materia de Desarrollo Humano en Latinoamérica, dice el sacerdote católico de Cobán, Sergio Godoy.

“Vamos cuesta abajo, yendo al vacío porque la cosa no parece que vaya a cambiar. En el informe se cuida de no mencionar la corrupción como la principal causa del bloqueo al desarrollo humano en el país, ya que está representada en el presidente Alejandro Giammattei y su corte de corrupción”, reconoció el cura en una entrevista a Prensa Comunitaria.

El sacerdote agregó que es del dominio público que el presidente presionó para que no se publicara el informe el año pasado. “No le convenía ni le conviene que se hable de la corrupción, como una de las principales causas de que estemos muy mal en materia de desarrollo, en el tema de desigualdad de oportunidades en el área rural, para niñez y juventud”, destacó.

Al mismo tiempo, Godoy cuestionó la manera de cómo se aborda el tema de migración. Según el sacerdote, este fenómeno está solucionando la crisis del país, porque está subiendo la economía, gracias a las remesas que envían los migrantes. “La gente migra por este sistema y este gobierno no les ofrece las oportunidades, hay un sistema injusto al que no le interesa redistribuir la riqueza que se genera acá en el país”, dijo.

Para el caso de la región norte del país, el sacerdote enfatiza que las causas de la pobreza y la desnutrición persisten en ese lugar ante la falta de voluntad política y porque el gobierno protege los intereses de las élites económicas. “Históricamente el indígena ha sido marginado de oportunidades, la población maya ha sido marginada del acceso a una vida digna y el acceso a la educación para los niños en el mundo indígena sigue siendo todavía un sueño, sobre todo al acceso a la educación de calidad”, concluyó.

Por su parte Patricia Cortés, médica y presidenta de la Asociación Médica de Alta Verapaz dice que “la situación del país es bien conocida, que no es nada bueno, realmente el informe no dice nada bueno del país, obviamente es evidente que el país no ha mejorado, aunque el informe lo hubieran maquillado”.

Cortés asegura que los resultados son horribles y el grupo que menos privaciones tiene son los ladinos. Lo más molesto según ella, fue el hecho del 2020 al 2022, cuando el desarrollo se detuvo y eso no se plantea en el informe. “El representante del gobierno quien recibió el informe dijo que aceptaban los resultados porque es parte de la libre emisión del pensamiento, que ellos ya saben cómo está la situación, en general o en resumen esto fue lo que dijeron”, resumió.

La médica agregó: “a pesar de que se pudo haber maquillado el informe, sigue diciendo que estamos mal, que seguimos expulsando gente, no veo que haya mejoría, tampoco que el gobierno actual quiera asumir que las condiciones no mejoran, tampoco quiere hacer nada al respecto”.

Durante la presentación del informe en Cobán, Ana María Díaz, la representante residente del PNUD en Guatemala indicó que la investigación tiene una mirada estructural y no coyuntural de la realidad y es el doceavo informe que se presenta en el país.

Prensa Comunitaria