Cristianismo y política
A
veces alguien me pregunta:
--¿
Usted no mezcla demasiado fe con política?
--Soy
discípulo de un prisionero político—respondió.
--¿Cómo
así?
--Soy
discípulo de Jesús. Él no murió de hepatitis en la cama, ni en un accidente de
camello en una esquina de Jerusalén. Murió
como preso político, bajo dos procesos. ¿Cómo me viene a decir usted que el cristiano
no tiene nada que ver con la política?
“La
política es el modo más perfecto de la caridad”, decía el papa Pío XI. A través
de mi generosidad puedo dar un plato de comida a un pobre.
Pero
a través de la política, puedo acabar con el hambre y la pobreza... Por tanto,
la pregunta tiene que ser otra: ¿Qué cualidad de fe tenemos nosotros? ¿Nos
produce o no una profunda indignación contra las injusticias que hay en este
mundo?
Fray
Betto