Salmo 32: Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros
Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros; que tu misericordia, Señor, se quede con nosotros, y que tu misericordia penetre en las entrañas como agua que empapa la tierra.
Vístenos, Señor, con el traje de tu misericordia; haznos renacer a la vida de tu misericordia; danos un corazón misericordioso; haznos así testigos de tu misericordia.
Tu misericordia llenará toda la tierra, si yo prolongo tu misericordia, si me compadezco del pobre y del que sufre, si soy un dios para el hermano.
Ponga yo mis ojos en tus fieles, en los que esperan tu misericordia, para librar sus vidas de la muerte y rescatarlos del hambre y la miseria.
Y que todos cantemos alabanzas al Dios del amor y la misericordia, pero no con cítaras y arpas de diez cuerdas, sino con el corazón y con las obras multiplicadas de nuestras manos.