Vida (En vida, hermano,
en vida)
Martín Irure
Si quieres hacer feliz
a alguien que quieres
mucho,
díselo hoy. Sé bueno…
¡En vida, hermano, en
vida!
Si deseas dar una flor,
no esperes a que se
muera;
mándala hoy con amor…
¡En vida, hermano, en
vida!
Si deseas decir te quiero
a la gente de tu casa,
y al amigo cerca o
lejos…
¡En vida, hermano, en
vida!
No esperes a que se
muera la gente
para quererla
y hacer sentir tu
afecto…
¡En vida, hermano, en
vida!
Tú serás mucho más
feliz,
si aprendes a hacer
felices
a todos lo que
conozcas…
¡En vida, hermano, en
vida.
Nunca visites panteones
ni llenes tumbas de
flores.
Llena de amor
corazones…
¡En vida, hermano, en
vida!
Una de las razones por
las cuales
nos resulta tan
dolorosa la muerte
de una persona cercana,
es por la cantidad de
cosas
que quedan sin decirse;
por la cantidad de
sentimientos
que hubiéramos querido
haber expresado,
pero nunca nos
atrevimos a decirlos;
por la cantidad de
cosas
que hubiéramos querido
haber oído
y nunca nos dijeron;
por la cantidad de momentos
valiosos
que se fueron por el
sifón;
quedaron enredadas en
los dedos.
Sin embargo, cuando nos
encontramos
con los vivos,
callamos, aplazamos…
Somos nosotros quienes
nos
disolvemos.
En nuestras propias
brumas.
En los días no vividos.
Palabras para el silencio
Colaboración de Juan García de Paredes.