Palabras a Voleo: CAÍDA
MARTÍN VALMASEDA
Todas las cosas y las personas caen alguna vez. Eso es producto de la ley de la gravedad pero no solo de ella. Hay otras leyes en la vida que nos hacen caer, leyes malas y buenas. Está por ejemplo la ley de la atracción corporal o de la atracción espiritual, por la que caemos en brazos de alguien. Caída que puede ser buena o mala según se vaya viendo después. Ya me entienden.
Hay caídas con rebote: las de los deportistas o los niños que se caen se levantan y siguen jugando; aunque los papás novatos, cuando el primer hijo con un año se cae saltan rápido a recogerle como si esa caída fuera una tragedia, sin darse cuenta de que el chiquitín se levantaría solo tan tranquilo. Algunos deportistas tienen también caídas falsas. El delantero a punto de meter gol le quitan el balón, entonces se cae (se tira) al suelo con gestos de dolor a ver si el árbitro pita penalti al defensa que le quitó limpiamente la pelota.
Los desmayos también de hombres y mujeres pueden ser caídas verdaderas o teatrales para conmover el corazón de amigos y familiares...
Pero existen otras caídas verdaderas y buenas que todos necesitamos tener. ¿No se imaginan cuáles son? Se trata de las de "caer en la cuenta". Cuando a alguien en situaciones de duda o cabezonería, de pronto se le ilumina el rostro y tiene que exclamar:" ¡ah ya caigo!", es verdad!. Esa caída es la toma de conciencia y nos hace falta a todos como el agua. Si por ejemplo los señores de la guerra cayeran en la cuenta de que esta solo es un crimen inútil...
Les pregunto y me pregunto ¿Hemos tenido en nuestra vida que caernos del burro y hacer cambios radicales en nuestras vidas?. Esas son las caídas más difíciles de hacer, las caídas del burro, que son las de caerse de algo en que estábamos antes muy, muy empeñados y no nos dábamos cuenta de que el camino era otro.
Claro que ¡cuidado! porque esa puede ser también una caída falsa, a la que nos quieren tirar amigos o parientes. Eso le pasó a ese tal Jesús de Nazaret cuando su familia, le fueron a buscar porque decían que estaba loco hablando por ahí del amor, del perdón, de que felices los pobres y otras tonterías. Y se lo querían llevar a casa a seguir de carpintero. Pero él no se cayó del burro. Siguió con lo suyo hasta entrar montado en su borriquillo en Jerusalén donde lo mataron por eso...por no caerse del burro.
O sea que ya ven cuantos significados tienen esa palabrita caer.
Tenemos que
andar por la vida
cuidando de no caer en
la tentación pero dándonos cuenta
de que hay "tentaciones, locuras buenas que
vienen en nuestro
camino en las
que nos tenemos
que montar como Don Quijote para
ir por ahí
deshaciendo entuertos.