Cena Ecológica, parte de la pintura de Maximino Cerezo arreglo: Ana Isabel Pérez y Martín Valmaseda

Cena Ecológica, parte de la pintura de Maximino Cerezo arreglo: Ana Isabel Pérez y Martín Valmaseda

15 de diciembre de 2022

Un clamor ensordecedor por el planeta


Queridos amigos y amigas:

La humanidad se ha convertido en un arma de extinción masiva.

Mientras la población humana ya supera los 8 mil millones de personas, el resto de seres vivos están desapareciendo. Ya hemos destruido dos tercios de los bosques tropicales del mundo, la mitad de los arrecifes de coral, y un millón de especies corren el riesgo de caer en el olvido.

Los próximos 6 días son absolutamente críticos para el futuro de la vida en la Tierra.

Ahora mismo, los gobiernos y la comunidad científica se encuentran negociando el borrador final de un nuevo acuerdo internacional para detener la destrucción de la naturaleza – pero existe el peligro de que acabe siendo un texto débil y con muchas lagunas.

Literalmente, tenemos pocos días para asegurarnos de que nuestros mandatarios hagan caso a la ciencia y nos ofrezcan un acuerdo lo suficientemente ambicioso como para marcar un punto de inflexión para la vida en la Tierra. Nuestro equipo está sobre el terreno, dejándose la piel en esta labor crucial – ¡y tu apoyo urgente podría potenciar su trabajo!

Si 40 mil personas hiciéramos una pequeña donación, podríamos presentarnos con las voces de los pueblos indígenas, los científicos y millones de ciudadanos y ciudadanas en los salones del poder donde se celebran estas cumbres. Nos enfrentaremos a los causantes de la contaminación y a los cazadores ilegales, y presionaremos a las autoridades para que hagan lo que el planeta les está pidiendo a gritos.

Te lo prometo: lucharemos con todas nuestras fuerzas.

Porque la Tierra ya no puede esperar. Por las abejas, las aves, los peces y cada uno de los hilos que conforman este frágil entramado que es la vida – únete a este clamor ensordecedor por el planeta.

Más de 100 gobiernos tienen la intención de proteger el 30% del planeta para 2030, pero los científicos dicen que no es suficiente. Debemos proteger la mitad de la Tierra para permitir que la naturaleza se regenere y salvar los sistemas que sustentan la vida en nuestro planeta – y necesitamos un acuerdo mundial que ponga en marcha medidas concretas.

Nuestro equipo ha estado luchando con uñas y dientes para darle forma a este tratado, y ahora mismo se encuentra en esta cumbre internacional. Pero nuestro presupuesto está en un punto crítico y todavía hay demasiados mandatarios posicionados a favor de los causantes de la contaminación, debilitando el acuerdo.

¡Necesitamos una marea ciudadana que salve la vida en la Tierra! Y podemos comenzar ahora mismo -- si fuéramos suficientes las personas que hiciéramos una pequeña donación, podríamos:

Unir fuerzas con activistas y científicos clave y así ejercer la máxima presión sobre los líderes mundiales, tanto en estas negociaciones como en las que vendrán.

Asegurarnos de que las voces de los pueblos indígenas estén en el corazón del debate sobre la protección de la naturaleza – no podemos defender la vida en la Tierra sin garantizarles los derechos sobre sus territorios y sus hogares.

Dejarnos la piel en la cumbre con una campaña relámpago en medios de comunicación, acciones contundentes y avalanchas en redes sociales para presionar a los gobiernos que estén saboteando las propuestas más ambiciosas y el futuro del planeta.

Trabajar con numerosas celebridades de todo el mundo para amplificar nuestro llamamiento a los políticos y que estos se comprometan a preservar al menos la mitad de nuestro planeta para 2030 y a restaurar nuestra relación con la naturaleza.

Seguir impulsando la lucha de Avaaz por defender ecosistemas vitales, asegurándonos de darle espacio a la naturaleza para recuperarse y defender nuestro hogar común mientras aún se pueda.

En última instancia, se trata de nuestra supervivencia. Aunque el planeta se esté marchitando, las motosierras, las excavadoras y los causantes de la contaminación siguen adelante, destrozando el planeta y convirtiéndolo en una tundra estéril y sin vida.

Lo que le pasa al mundo natural, nos pasa a todos nosotros. No estamos separados de la naturaleza, formamos parte de ella. Estamos conectados a los mismos árboles, ríos y mares que estamos destruyendo. Pero no es demasiado tarde: todavía podemos cambiar de rumbo. ¡Actuemos juntos por la Tierra con la que soñamos!

Con una esperanza intensa y una determinación inagotable,

Mike, Marigona, Adela, Kaitlin, Camille, Bert y todo el equipo de Avaaz