Las cinco canciones más conocidas de Violeta Parra
Violeta Parra ha sido
catalogada como una de las artistas más creativas y completas de la historia de
América Latina. | Foto: EFE
Las canciones
revolucionarias de Violeta Parra fueron la primera piedra de lo que años más
tarde sería la llamada "Nueva Canción Chilena".
Violeta Parra, Violeta indómita, campesina, música, bordadora, pintora, nómade guitarra al hombro, caminadora del Chile rural e indígena, y del Chile urbano, murió un día como hoy, 5 de febrero de 1967, por decisión propia. Su voz cantó a lo social, a lo humano y a lo divino.
La cantautora y
activista chilena Violeta Parra partió de este mundo el 5 de febrero de 1967 a
los 50 años de edad, llevando en sus brazos la poesía de "Gracias a la
vida" y de otros poderosos manifiestos musicalizados en grandes obras
políticas.
En una entrevista realizada a Violeta Parra en 1964 en París, Francia, se dio el siguiente diálogo entre una periodista suiza y la artista chilena:
- Violeta, usted es
poetisa, músico, hace arpilleras, pinta. Si yo le doy a elegir uno solo de
estos medios de expresión, ¿cuál elegiría usted, si tuviera solo ese único
método de expresión?.
Violeta Parra, Violeta indómita, campesina, música, bordadora, pintora, nómade guitarra al hombro, caminadora del Chile rural e indígena, y del Chile urbano, murió un día como hoy, 5 de febrero de 1967, por decisión propia. Su voz cantó a lo social, a lo humano y a lo divino.
- Yo elegiría quedarme
con la gente.
- ¿Y renunciarías a
todo esto?
- Es la gente la que me
motiva a hacer todas estas cosas.
Esta conversación,
espontánea, transparente, que se dio mientras la chilena pintaba un cuadro, es
la demostración más sencilla y genuina de la pasión de Violeta Parra: su
pueblo.
Sus letras y el trabajo
musical de sus composiciones lograron rescatar el folclore más bruto y puro de
la tierra chilena.
En un recorrido
personal en busca de las tradiciones musicales, la artista no sólo recogió los
sonidos del campo y de los barrios de su país, sino también se enfrentó ya de
adulta a la realidad espinada de injusticias que había conocido de pequeña,
cuando su padre enfermó y debió abandonar la escuela para trabajar con sus
hermanos tocando la guitarra.
Las canciones
revolucionarias de Violeta Parra fueron la primera piedra de lo que años más
tarde sería la llamada "Nueva Canción Chilena", el movimiento musical
que emergió en torno a la construcción de la Unidad Popular, el proceso liderado
por Salvador Allende.
Hoy, al conmemorarse el 105 aniversario de su natalicio, recordamos algunas de sus composiciones más revolucionarias y de reclamo social.
1. Qué dirá el Santo
Padre
Tras el asesinato del
político español Julián Grimau en 1963, en manos de la dictadura de Francisco
Franco, Violeta Parra escribió esta canción dirigida al papa San Juan XXIII.
Miren cómo nos hablan
de libertad, cuando de ella nos privan en realidad / Miren cómo pregonan
tranquilidad, cuando nos atormenta la autoridad. / ¿Qué dirá el Santo Padre que
vive en Roma, que le están degollando a sus palomas?.
El que ofició la muerte
como un verdugo, tranquilo está tomando su desayuno / Con esto se pusieron la
soga al cuello, el quinto mandamiento no tiene sello.
Mientras más
injusticias, señor fiscal, más fuerzas tiene mi alma para cantar / Lindo segar
el trigo en el sembrao, regado con tu sangre Julián Grimau.
02. Arauco tiene una
pena
Esta canción fue
grabada entre 1961 y 1963, pero su letra está dolorosa y perfectamente vigente.
Refleja de manera cruda la problemática mapuche y las injusticias que ha debido
enfrentar este pueblo en manos del Estado. "Arauco tiene una pena" es
hoy una frase utilizada para simbolizar y representar la causa mapuche.
Arauco tiene una pena
que no la puedo callar / Son injusticias de siglos que todos ven aplicar
Nadie le ha puesto
remedio pudiéndolo remediar. / Levántate, Huenchullán.
Un día llega de lejos
Huescufe conquistador / Buscando montañas de oro que el indio nunca buscó,
Al indio le basta el
oro que le relumbra del sol. / Levántate, Curimón.
"Porque tú no te
compras ni te vendes,
porque tú no te vistes
de payaso,
porque tú hablas la
lengua de la tierra,
Viola Chilensis"
Entonces corre la
sangre, no sabe el indio qué hacer / Le van a quitar su tierra, la tiene que
defender,
El indio se cae muerto,
y el afuerino de pie. / Levántate, Manquilef.
Adónde se fue Lautaro
perdido en el cielo azul / Y el alma de Galvarino se la llevó el viento sur,
Por eso pasan llorando
los cueros de su kultrún. / Levántate, pues, Callfull.
Del año mil
cuatrocientos que el indio afligido está / A la sombra de su ruca lo pueden ver
lloriquear,
Totora de cinco siglos nunca se habrá de secar. / Levántate, Callupán.
Arauco tiene una pena
más negra que su chamal / Ya no son los españoles los que les hacen llorar,
Hoy son los propios
chilenos los que les quitan su pan. / Levántate, Pailahuán.
Ya rugen las
votaciones, se escuchan por no dejar / Pero el quejido del indio ¿por qué no se
escuchará? / Aunque resuene en la tumba la voz de Caupolicán / Levántate,
Huenchullán.
03. Miren cómo sonríen
Dedicada no sólo a los
candidatos en campañas electorales, sino a las autoridades institucionales,
esta canción establece una crítica hacia los funcionarios públicos, empresarios
y miembros eclesiásticos para su trato con el pueblo pobre, tildándolos de
hipócritas por utilizar a las personas para sus beneficios y enriquecimientos
personales.
Miren como sonríen los
presidentes cuando le hacen promesas al inocente / Miren como le ofrecen al
sindicato, este mundo y el otro, los candidatos.
Miren como redoblan los
juramentos, pero después del voto, doble tormento / Miren el hervidero de vigilantes para
rociarle flores al estudiante.
Miren como relumbran
Carabineros para ofrecerle premios a los obreros / Miren como se visten cabo y
sargento, para teñir de rojo los pavimentos.
Miren como profanan la
sacristía con pieles y sombreros de hipocresía / Miren como blanquearon mes de
María y al pobre negaron la luz del día.
Miren como le muestran
una escopeta para quitarle al pobre su marraqueta / Miren como se empolvan los
funcionarios para contar las hojas del calendario.
04. Me gustan los
estudiantes
En las movilizaciones
estudiantiles de 2011, esta emblemática canción de Violeta Parra, fue también
inspiración de lucha para los jóvenes secundarios y universitarios. Su letra es
absolutamente transgresora con la Iglesia para la época. La artista no sólo
saluda la consecuencia y valor de la causa estudiantil, señalándolos como
esperanza y semilla de la sociedad, sino también los ubica en una posición de
lucidez adquirida por el valor de aprender, contraponiéndolo con el urdimbre
"escondido" que la Iglesia ofrece como verdad.
Que vivan los
estudiantes, jardín de las alegrías / Son aves que no se asustan de animal ni
policía / Y no le asustan las balas ni el ladrar de la jauría / Caramba y zamba
la cosa, que viva la astronomía.
Que vivan los
estudiantes que rugen como los vientos / Cuando les meten al oído sotanas o
regimientos / Pajarillos libertarios igual que los elementos / Caramba y zamba
la cosa, que vivan los experimentos.
Me gustan los
estudiantes porque son la levadura / Del pan que saldrá del horno con toda su
sabrosura / Para la boca del pobre que come con amargura. / Caramba y zamba la
cosa, viva la literatura.
Me gustan los
estudiantes porque levantan el pecho / Cuando les dicen harina, sabiéndose que
es afrecho / Y no hacen el sordomudo cuando se presenta el hecho / Caramba y
zamba la cosa, el Código del Derecho.
Me gustan los
estudiantes que marchan sobre las ruinas / Con las banderas en alto va toda la
estudiantina / Son químicos y doctores, cirujanos y dentistas / Caramba y zamba
la cosa, vivan los especialistas.
Me gustan los
estudiantes que van al laboratorio / Descubren lo que se esconde adentro del
confesorio / Ya tiene el hombre un carrito que llegó hasta el purgatorio /
Caramba y zamba la cosa, los libros explicatorios.
Me gustan los
estudiantes que con muy clara elocuencia / A la bolsa negra sacra le bajó las
indulgencias / Porque, ¿hasta cuándo nos dura, señores, la penitencia? /
Caramba y zamba la cosa, que viva toda la ciencia.
05. La carta
En el año 1963, Violeta escribe esta canción desde París, al enterarse que su hermano Roberto ha sido detenido por el Gobierno del "León de Tarapacá", el entonces presidente de Chile, Jorge Alessandri. En "La carta", la artista apunta directamente contra los poderes de la nación, acusa sin indirectas al mandatario, tratándolo de "sanguinario" y establece su lealtad a la militancia comunista.
Me mandaron una carta
por el correo temprano / Y en esa carta me dicen que cayó preso mi hermano / Y
sin lástima con grillos por la calle lo arrastraron, sí.
La carta dice el motivo
que ha cometido Roberto / Haber apoyado el paro que ya se había resuelto / Si
acaso esto es un motivo, presa también voy sargento, sí.
Yo que me encuentro tan
lejos esperando una noticia / Me viene a decir la carta que en mi patria no hay
justicia / Los hambrientos piden pan, plomo les da la milicia, sí.
De esta manera pomposa
quieren conservar su asiento / Los de abanicos y de frac sin tener merecimiento
/ Van y vienen de la iglesia y olvidan los mandamientos, sí.
Habráse visto
insolencia barbarie y alevosía / De presentar el trabuco y matar a sangre fría
/ A quien defensa no tiene con las dos manos vacía, sí.
La carta que he
recibido, me pide contestación / Yo pido que se propague por toda la población
/
Que el León es un sanguinario
en toda generación, sí.
Por suerte tengo guitarra para llorar mi dolor / También tengo nueve hermanos fuera del que se engrilló / Los nueve son comunistas con el favor de mi Dios, sí.