CABEZA Y CORAZÓN
MARTÍN VALMASEDA
Estaba el profesor de matemáticas explicando a los patojos, (chavales) la resolución de un teorema: "es que para esto como para muchas cosas en la vida hace falta usar la CABEZA, sin CABEZA no se puede..."- "claro- le interrumpió Jorgito - yo meto muy bien goles de cabeza". Ahí terminó la clase. El profesor desconcertado miró su reloj y dijo: "Ya es hora del recreo vayan a meter goles... pero también pueden usar a veces los pies.
Cuando me contaron esto, yo recordé el libro escrito por Annie Marquier: EL MAESTRO DEL CORAZÓN; donde la autora defiende que no solo pensamos con el cerebro, también con el corazón. Lo malo es cuando el CORAZÓN guarda solo sentimientos, pero no razonamos con él. "El CORAZÓN tiene razones que la razón ignora" dijo Blaise Pascal.
Que la fabricación y venta de armas mortales, sea uno de los principales negocios del mundo es señal de que la humanidad, se ha guardado el CORAZÓN en el bolsillo y no lo utiliza para relacionarse con el prójimo; solo la CABEZA con la que puede engañar mejor al otro.
Que el
negocio de las
medicinas sea una de
las principales fuentes de ganancias económicas,
es señal de
que a las empresas farmacéuticas lo que
menos les importa es
curar enfermedades de las personas,
sino ganar dinero.
Con nuestra CABEZA manejamos el egoísmo. El TODOS SOMOS UNO lema de este blog, no se entiende con la CABEZA que nos hace ver a cada uno mi yo, mi ego de modo egoico, egoísta. No como si sintiéramos a los demás como otros YO, como partes de mi misma persona por las que yo puedo perder beneficios, por el amor como a sí mismo, que dice la ley de Dios y habla Jesús de Nazaret en toda su enseñanza sin preocuparse de si vamos a misa los domingos, ( misas en que lo importante es cumplir una obligación sin pensar con el CORAZÓN en reunirse en comunión con los demás. Por cierto que lo que importa de la comunión es " la primera", la comunión, unión de CORAZÓN... ¿a quién le importa eso?
Los catequistas han convertido la catequesis en llenar la CABEZA de aprendizajes de memoria, dejando vacío el CORAZÓN.
Ahí quedan en estas palabras a voleo la CABEZA que nos sirve para marcar goles y desmarcarse unos de otros con el CORAZÓN; muchas veces en puro sentimentalismo individual que cada uno tiene viviendo en su isla, aislado.
¿Cuándo tendremos la CABEZA al servicio de un solo CORAZÓN universal?