COMUNICADO del CÍRCULO DE SILENCIO DE CADIZ
8 de Marzo de 2023
Hoy, 8 de marzo
comenzamos nuestro Círculo de Silencio celebrando, como no podía ser de otra
manera, el Día Internacional de la Mujer. Un día donde se hace presente la
lucha de las mujeres por su participación en la sociedad y su desarrollo
íntegro como personas, en pie de igualdad con el hombre.
El mundo de las
migraciones trae encadenado a las mujeres. En muchos países de donde proceden
las personas migrantes, la mujer ocupa un lugar muy determinante en la cultura
y educación de sus hijos.
EN EL MUNDO, una de
cada tres mujeres experimentará violencia en el hogar, violencia sexual u otras
formas de violencia a lo largo de su vida. Por ser mujer están expuestas a la
violencia sin importar la clase social, aunque la pobreza las hace más
vulnerables ante los abusos sexuales, el matrimonio infantil o los “crímenes de
honor”.
Con peores salarios,
más carga doméstica y tiranizadas por unos estándares de belleza en parte
autoimpuestos, las mujeres sufren más estrés y viven la vida con menos calma.
Las causas son muchas y
complejas, pero sabemos que están radicadas en el trato desigual que hombres y
mujeres recibimos.
EN LATINOAMERICA, los
mayores obstáculos para la igualdad son la pobreza extrema, la discriminación
de las mujeres en todos los ámbitos de su vida -social, político, económico,
familiar- y la violencia que existe contra las mujeres líderes, defensoras de
derechos humanos, activistas y periodistas. Los datos nos demuestran que el
desarrollo no es posible sin el empoderamiento femenino: en la medida en que se
avanza hacia el logro efectivo de los derechos de las mujeres, se logra mejorar
la situación y calidad de vida de la población entera.
Una de las principales causas de la pobreza extrema en este continente es el desigual reparto de las tierras: ellas poseen tan solo el 20% de las tierras, mientras que los hombres poseen el 80%. Son muchas las organizaciones que están trabajando en esta área para garantizar a las mujeres su derecho a la titularidad de las tierras, pero es esencial que los gobiernos latinoamericanos garanticen, mediante leyes y políticas públicas, la titularidad de las tierras, el acceso al agua, y los derechos humanos de las mujeres en todos los ámbitos: empresarial, judicial, económico, social, político, cultural.
La importancia de que las mujeres cojan puestos de responsabilidad en la política. En el mundo hay 195 países, y Solo hay tres países donde más del 50% de los escaños en la cámara baja del Parlamento están ocupados por mujeres: Ruanda, Cuba y Bolivia.
Entre los países con
los peores récords están Yemen, Omán, Haití, Kuwait, Líbano y Tailandia, con 5%
o menos mujeres parlamentarias.
LA IMPORTANCIA DE LA
PRENSA: Las industrias culturales y los medios de comunicación deben asumir
también la responsabilidad social y política que tienen para impulsar cambios
mostrando el protagonismo de las mujeres, visibilizando, documentando y
difundiendo el trabajo de las organizaciones y los colectivos de mujeres.
Ante toda esta
desigualdad, que podemos hacer?
Poner el foco en la
educación.
La educación es el
primer paso en el camino para lograr la igualdad de género. No debemos esperar
a la adolescencia para tratar estos temas, la igualdad debe inculcarse desde
etapas educativas tempranas. <<Hay que hablar de aceptación de las
diferencias y no partir de una situación de inferioridad por ser mujer>>.
TRES RETOS PARA AVANZAR
1. Superar las brechas
salariales.
En el mundo, la brecha
salarial entre hombres y mujeres es de aproximadamente 20% en promedio. La
brecha salarial de género es, a la vez, causa y consecuencia de la inequidad de
género y muestra qué tan valorado es el trabajo de las mujeres. Puede deberse,
por ejemplo, a segregación ocupacional en el lugar de trabajo, “penalidades”
por maternidad, o simplemente a discriminación de género.
Para acelerar la
reducción de la brecha salarial, la Organización Internacional del Trabajo
recomienda: promover la transparencia salarial por parte de empresas y
contratadores, así como establecer políticas de salarios y/o rangos salariales.
2. Promover la
conciliación y la corresponsabilidad entre la vida laboral y familiar.
Es necesario combatir
la cultura “presentista” con flexibilidad laboral; adaptar los permisos y
licencias a las necesidades particulares de las y los trabajadores; y promover
la corresponsabilidad de los hombres en el trabajo doméstico y de cuidados.
El acoso sexual es una
situación que está profundamente arraigada en nuestra cultura, por lo cual
ninguna empresa está exenta de vivir con la problemática. Para empezar a
combatir este problema, hay que reconocer su existencia: si evitamos el tema o
volteamos hacia otro lado, podríamos estar perpetuando las circunstancias que
facilitan su existencia.
MESA DIOCESANA DE ATENCIÓN Y ACOGIDA DE MIGRANTES Y REFUGIADO
DE CÁDIZ Y CEUTA.
Colaboración de Juan García de Paredes.