81 COMUNICADO DEL CÍRCULO DE SILENCIO
Comenzamos nuestro Círculo de silencio con el informe de 2022 que ha publicado la ONG Pro Esta organización lleva 20 años publicando informes anuales sobre la vulneración de los derechos humanos, incluidas las muertes en la Frontera Sur por causa de los naufragios en patera.
Comenzó en el 2003, el
año en el que naufragó en las costas de Rota una patera con 50 personas migrantes
a bordo. En ese trágico suceso se contabilizaron 37 fallecidos, 5 supervivientes
y el resto desaparecidos.
Han pasado ya 20 años,
y no ha habido ni uno solo donde no se hayan cuantificado personas fallecida en
su intento por arribar a las costas.
Al menos 1.901 personas
han perdido la vida en los trayectos migratorios hacia España en 2022, mientras
que 34.537 lograron llegar con vida, o dicho de otro modo, En el año 2022 cada día,
5 personas perdieron la vida en la Frontera Sur española. En porcentajes, más
del 5 % de los migrantes murieron en el intento. Los datos lo dicen todo.
Por la provincia de
Cádiz llegaron 5.584 personas, de estas, 2.245 personas lo hicieron por mar.
Este incremento de la
ratio de personas muertas o desaparecidas se explica, de nuevo, por los acuerdos
con Marruecos que dirigen los flujos migratorios hacia las rutas más largas y
más complejas, aquellas que provocan la muerte de más personas, como la ruta
Canaria.
El drama no hace más
que crecer, y no se le atisba el punto de inflexión, ya que haciendo balance, 4
de cada 10 personas fallecidas durante estos últimos 20 años, lo hicieron en
estos 3 últimos años.
Las vallas cada vez más
altas, El derecho de solicitud de asilo cada vez más lejos, los presupuestos
para la vigilancia en las costas cada vez más cuantiosos, y todo es
absolutamente contradictorio e incomprensible, ya que por la frontera sur española
no accede ni el 4% de las personas migrantes a nuestro país. La mayor parte de
personas que entran de manera irregular a España se produce por tierra y por
los aeropuertos.
Por qué entonces se
pone el foco mediático en las entradas con patera?.
Han pasado ya 20 años y ningún gobierno, ninguna iniciativa fuerte ni nadie ha sabido o querido solucionar este drama. La gente se muere ahogada en nuestras costas buscando una vida para los suyos y todos miramos para otro lado. Normalizamos lo que no es normal.
Buscamos en la persona
migrante al responsable de su muerte, sin querer saber las causas y motivos que
los mueven a emprender una travesía tan peligrosa. No empatizamos ni sabemos de
las situaciones en sus países.
No es el efecto llamada
lo que incita a llegar a Europa, es el efecto salida, con las guerras, el cambio
climático, y la hambruna, lo que obliga a salir de sus empobrecidos países.
España tiene
aproximadamente 47 millones de habitantes, y es la cuarta potencia económica europea.
No somos capaces como país de acoger a 34.537 personas en situación de emergencia?.
La respuesta a esta pregunta
es que Sí. Es posible y real, ya que se demostró cuando acogimos a 164.000
personas procedentes de Ucrania, a las que se les facilitó vías legales y
seguras para la protección temporal en nuestro país, un gesto solidario y
humano.
En nuestra sociedad,
donde la tasa de natalidad sigue bajando hasta 7 nacidos por cada 1.000 habitantes,
y donde la tasa de mortalidad sigue subiendo hasta 11 fallecidos por cada 1.000
habitantes, y donde ya 1 de cada 5 personas en España tiene más de 65 años, ¿cómo se pretende sostener la sociedad del bienestar con las pensiones, la salud
y la educación?.
¿Por qué no se pueden
regular las migraciones y crear corredores seguros y organizados para proteger
la vida de tantas personas?.
El tiempo nos señalará
como cómplices en silencio de una barbarie evitable.
Amigos, comienza nuestro TIEMPO DE SILENCIO.
MESA DIOCESANA DE ATENCIÓN Y ACOGIDA DE MIGRANTES Y
REFUGIADOS
DE CÁDIZ Y CEUTA.
Canto a la libertad
José Antonio Labordeta
en que todos
al levantar la vista,
veremos una tierra
que ponga libertad.
Hermano, aquí mi mano,
será tuya mi frente,
y tu gesto de siempre
caerá sin levantar
huracanes de miedo
ante la libertad.
Haremos el camino
en un mismo trazado,
uniendo nuestros hombros
para así levantar
a aquellos que cayeron
gritando libertad.
Habrá un día
en que todos
al levantar la vista,
veremos una tierra
que ponga libertad.
Sonarán las campanas
desde los campanarios,
y los campos desiertos
volverán a granar
unas espigas altas
dispuestas para el pan.
Para un pan que en los siglos
nunca fue repartido
entre todos aquellos
que hicieron lo posible
por empujar la historia
hacia la libertad.
Habrá un día
en que todos
al levantar la vista,
veremos una tierra
que ponga libertad.
También será posible
que esa hermosa mañana
ni tú, ni yo, ni el otro
la lleguemos a ver;
pero habrá que forzarla
para que pueda ser.
Que sea como un viento
que arranque los matojos
surgiendo la verdad,
y limpie los caminos
de siglos de destrozos
contra la libertad.
Habrá un día
en que todos
al levantar la vista,
veremos una tierra
que ponga libertad.
Habrá un día
en que todos
al levantar la vista,
veremos una tierra
que ponga libertad.
Humilde homenaje a este cantautor y maravillosa persona ya tristemente desaparecido. Pero nos deja su canto y sus ganas de seguir luchando contra las injusticias.
Por LABORDETA y por el 15 M
Colaboración de Juan de la Cruz