Galeano: periodismo y sentimiento a la orden de los nadies
"Soy un escritor que quisiera contribuir al
rescate de la memoria secuestrada de toda América, pero sobre todo de América
Latina, tierra despreciada y entrañable": Eduardo Galeano. | Foto: Círculo
de Bellas Artes
Eduardo Galeano, desde muy joven, dedicó sus letras a los que para él son los olvidados y expuso ante la humanidad diversas realidades en el contexto social para su reflexión y crítica.
Este jueves 13 de abril
se cumplen ocho años de la muerte del escritor y periodista Eduardo Galeano,
quien falleció a los 74 años de edad en su país de origen Uruguay, a causa
de un cáncer de pulmón que se le diagnosticó en 2007.
Galeano inició su
carrera literaria detrás de su firma "Gius". A sus 14 años
vendió su primera caricatura política al semanario Sol, del Partido Socialista
en Uruguay. En 1960 se convirtió en editor del semanario Marcha y más tarde
dirigiría por dos años el diario Época.
En 1973 huye al país
vecino, Argentina, tras escribir Las venas abiertas de América Latina en
1971, prohibido bajo las dictaduras de Uruguay, Argentina y Chile, llevándolo a
la cárcel antes de su exilio.
Sus caricaturas tenían
la influencia del mexicano Guadalupe Posadas y del brasileño José Francisco
Borges. Foto: La fragua de Vulcano
Durante su carrera
mezcló con sutileza el periodismo, la poesía en su manifestación del
sentimiento y lo profundo de los procesos sociales en una narrativa oportuna y
poderosa, que llegó a manos de destacados presidentes y le sumo varios
galardones a su historial.
Sus obras, traducidas a más de 20 idiomas, dieron la vuelta al mundo. Inspiradas en el clima revolucionario que marcaron las décadas de los 60 y 70 del siglo pasado y que muestran realidades que persisten en la actualidad.
Cinco de sus poemas
avivan la historia de las mayorías que durante siglos han sido reducidas, y
llenan de esperanza a las resistencias que se ven representadas en cada una de
sus letras.
1. Los Nadies
Sueñan las pulgas con
comprarse un perro y sueñan los nadies con salir de pobres, que algún mágico
día llueva de pronto la buena suerte, que llueva a cántaros la buena suerte;
pero la buena suerte no llueve ayer, ni hoy, ni mañana, ni nunca, ni en
lloviznita cae del cielo la buena suerte, por mucho que los nadies la llamen y
aunque les pique la mano izquierda, o se levanten con el pie derecho, o
empiecen el año cambiando de escoba.
Los nadies: los hijos
de nadie, los dueños de nada.
Los nadies: los
ningunos, los ninguneados, corriendo la liebre, muriendo la vida, jodidos,
rejodidos:
Que no son, aunque
sean.
Que no hablan idiomas,
sino dialectos.
Que no profesan
religiones, sino supersticiones.
Que no hacen arte, sino
artesanía.
Que no practican
cultura, sino folklore.
Que no son seres
humanos, sino recursos humanos.
Que no tienen cara,
sino brazos.
Que no tienen nombre,
sino número.
Que no figuran en la
historia universal, sino en la crónica roja de la prensa local.
Los nadies, que cuestan
menos que la bala que los mata.
2. El Sistema
Los funcionarios no
funcionan.
Los políticos hablan
pero no dicen.
Los votantes votan pero
no eligen.
Los medios de
información desinforman.
Los centros de
enseñanza enseñan a ignorar.
Los jueces condenan a
las víctimas.
Los militares están en
guerra contra sus compatriotas.
Los policías no
combaten los crímenes, porque están ocupados en cometerlos.
Las bancarrotas se
socializan, las ganancias se privatizan.
Es más libre el dinero
que la gente.
La gente está al
servicio de las cosas.
3.Pobrezas
Pobres,
lo que se dice pobres,
son los que no tienen
tiempo para perder el tiempo.
Pobres,
lo que se dice pobres,
son los que no tienen
silencio ni pueden comprarlo.
Pobres,
lo que se dice pobres,
son los que tienen
piernas que se han olvidado de caminar,
como las alas de las
gallinas se han olvidado de volar.
Pobres,
lo que se dice
pobres,
son los que comen
basura y pagan por ella como si fuese comida.
Pobres,
lo que se dice
pobres,
son los que tienen el
derecho de respirar mierda,
como si fuera aire, sin
pagar nada por ella.
Pobres,
lo que se dice
pobres
son los que no tienen
más libertad de elegir entre uno y otro canal de televisión.
Pobres,
lo que se dice
pobres,
son los que viven
dramas pasionales con las máquinas.
Pobres,
lo que se dice
pobres,
son los que son siempre
muchos y están siempre solos.
Pobres,
lo que se dice
pobres,
son los que no saben
que son pobres.
4. Día de los desaparecidos
Desaparecidos:
los muertos sin tumba,
las tumbas sin nombre,
las mujeres y los
hombres que el terror tragó,
los bebés que son o han
sido botín de guerra.
Y también:
los bosques nativos,
las estrellas en la
noche de las ciudades,
el aroma de las flores,
el sabor de las frutas,
las cartas escritas a
mano,
los viejos cafés donde
había tiempo para perder el tiempo,
el fútbol de la calle,
el derecho a caminar,
el derecho a respirar,
los empleos seguros,
las jubilaciones
seguras,
las casas sin rejas,
las puertas sin
cerradura,
el sentido comunitario
y el sentido común.
5. El derecho al
delirio
Utopía por Eduardo Galeano - "El derecho al delirio" con el
texto recitado
Entre sus primeras
obras más reconocidas por el peso político, destacan el reportaje China
1964: Crónicas de un desafío (1964), Guatemala: Clave de
Latinoamérica (1967) y el primer tomo de su trilogía Memoria del Fuego
(1982).
Entre otros de sus
escritos también resaltan El libro de los abrazos (1989), El
tigre azul y otros relatos (1991), Ser como ellos y otros
artículos (1992), Patas arriba. La historia del mundo al revés (1999)
y entre los más reciente Espejos. Una historia casi universal (2008).