La Pascua se inaugura como una fiesta, ya que la Pascua es una fiesta en la que Cristo Resucitado celebra un sacrificio de alabanza y agradecimiento por la salvación y se sienta con los suyos a la mesa: epifanías pascuales y cenas festivas se encuentran unidas originariamente al cristianismo.
Por medio de la comida es como el Resucitado, caudillo de la vida, los hace participar de sí mismo. La Eucaristía está llena de recuerdos de la cruz y llena de esperanza en la nueva creación.
Y la unidad de recuerdo y de esperanza es una demostración de la alegría presente por la gracia.
Pascua significa resurrección, libertad y alegría, pero Pascua es resurrección de Cristo crucificado. El sentido de la Pascua es liberar de la opresión de la culpa y de la reiteración del mal.
La Pascua nos orienta
hacia el juego de la nueva creación.
Cristo se hizo esclavo de los esclavizados, siervo de los siervos, para que éstos se convirtieran en señores libres de todas las cosas.
Palabras para el Silencio
Colaboración de Juan de la Cruz