Nota conjunta de los Dicasterios para la Cultura y el Desarrollo Humano Integral
El Vaticano reniega de la "Doctrina del Descubrimiento" contra los indígenas: "No es católica"
El Papa, con indígenas
durante su viaje a Canadá Vatican Media
El Vaticano renegó hoy
de la denominada "Doctrina del Descubrimiento", que amparó desde el
siglo XV la colonización de América y África, y repudió los "muchos actos
de maldad" cometidos también por cristianos contra los indígenas
“Muchos cristianos han
cometido actos malvados contra los pueblos indígenas”, señala la nota. Las
bulas papales del siglo XV que concedieron a los gobernantes colonizadores los
bienes de los pueblos originarios son documentos políticos, instrumentalizados
para actos inmorales. Ya en 1537, Pablo III declaró solemnemente que los
indígenas no debían ser esclavizados ni despojados de sus propiedades, señala
el Vaticano
| RD/EFE
El Vaticano renegó hoy
de la denominada "Doctrina del Descubrimiento", que amparó desde el
siglo XV la colonización de América y África, y repudió los "muchos actos
de maldad" cometidos también por cristianos contra los indígenas.
"La 'Doctrina del
Descubrimiento' no forma parte de la enseñanza de la Iglesia católica", se
defiende en un comunicado conjunto del dicasterio (ministerio vaticano) para la
Cultura y la Educación y el de Servicio del Desarrollo Humano Integral.
Bulas papales
La Santa Sede, con este documento, reniega de dicha doctrina que ya desde finales del siglo XV, con varias bulas papales, puso las bases para la conquista "en nombre de Dios" de América y África, por parte de potencias como la española o la portuguesa.
Papa Francisco con los indígenas del Sínodo para la Amazonía
Por ejemplo, el papa
Nicolás V con su bula "Dum Diversas" (1452) otorgó "permiso
pleno y libre" a la Corona portuguesa para "capturar y subyugar
sarracenos y paganos" en su expansión africana.
Mientras que el
pontífice Alejandro VI Borgia bendijo con su bula "Inter Caetera"
(1493) la llegada a América de los españoles, un año después del primer viaje
de Cristóbal Colón, y estipuló el reparto de dominios, contendidos entre
Castilla y Portugal.
Amparo a la
colonización
Estos textos de los
papas, auténticas autoridades supranacionales en la Era de los Descubrimientos,
unidos al principio "Terra nullius" (tierra de nadie), generaron un
concepto jurídico que amparó la colonización, "el derecho exclusivo de
extinguir el título o la posesión de dichas tierras por parte de las
poblaciones indígenas".
Durante su viaje a Canadá en julio del año pasado, los grupos indígenas de Quebec reclamaron al papa Francisco, el primero latinoamericano de la historia, que renegara de la Doctrina que, según el Foro Permanente de las Naciones Unidas para las Cuestiones indígenas, "sigue vigente".
Francisco, con los indígenas canadienses
La Santa Sede, además de repudiar esta colonización, reconoció que aquellas bulas papales "no reflejaban adecuadamente la igual dignidad y los derechos de los pueblos indígenas", aunque se excusó diciendo que fueron "manipuladas" por las potencias coloniales.
"La Iglesia también es consciente del hecho de que el contenido de estos documentos ha sido manipulado para fines políticos por las potencias coloniales que competían entre sí, para justificar actos inmorales contra las poblaciones indígenas, realizados algunas veces sin oposición de las autoridades eclesiásticas", se lee en el texto.
Reconocer los errores y
sus efectos
Los dicasterios vaticanos declararon que "es justo reconocer estos errores, reconocer los terribles efectos de las políticas de asimilación y el dolor experimentado por las poblaciones indígenas, así como pedir perdón", como ha hecho también Francisco.
Francisco, reunido con varios grupos de indígenas canadienses
El prefecto del Dicasterio para la Cultura y la Educación, el cardenal portugués José Tolentino de Mendoça, subrayó que esta doctrina "no formaba parte de la enseñanza de la Iglesia Católica" y que, con este nuevo documento, queda "repudiada". Pero defendió "la necesidad de permanecer cada vez más atentos a la defensa de la dignidad de todos los hombres y de crecer en el conocimiento y el aprecio de sus propias culturas".
La nota asevera que el magisterio de la Iglesia sostiene "en términos inequívocos el respeto debido a cada ser humano" y "repudia los conceptos que no reconocen los derechos humanos intrínsecos de los pueblos indígenas".
Nota conjunta sobre la “Doctrina del descubrimiento” del Dicasterio para la Cultura y la Educacióny el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral.
Fiel al mandato
recibido por Cristo, la Iglesia católica se esfuerza por promover la fraternidad universal y el respeto de la
dignidad de todo ser humano.
Por este motivo, en el
curso de la historia los Papas han condenado los actos de violencia, opresión, injusticia social y esclavitud,
entre ellos los cometidos contra las poblaciones indígenas. Ha habido numerosos ejemplos de obispos,
sacerdotes, religiosos, religiosas y fieles laicos que han dado su vida en defensa de la dignidad de
esos pueblos.
Al mismo tiempo, el
respeto por los hechos de la historia exige el reconocimiento de la debilidad humana y de los fallos de los
discípulos de Cristo en cada generación. Muchos cristianos han cometido actos de maldad contra las
poblaciones indígenas, por los cuales los Papas recientes han pedido perdón en numerosas
ocasiones.
En nuestros días, un
diálogo renovado con los pueblos indígenas, sobre todo con los que profesan la fe católica, ha ayudado a la
Iglesia a comprender mejor sus valores y sus culturas. Con su ayuda, la Iglesia ha tomado mayor conciencia
de sus sufrimientos, pasados y presentes,
provocados por la expropiación de sus tierras, que consideran un don
sagrado de Dios y de sus antepasados,
así como por las políticas de asimilación forzada, promovidas por las
autoridades de gobierno de la época, que
buscaban eliminar sus culturas indígenas. Como ha subrayado el Papa Francisco, sus sufrimientos constituyen una
fuerte llamada a abandonar la mentalidad colonizadora y a caminar junto con ellos, en el respeto
recíproco y en el diálogo, reconociendo los derechos y los valores culturales de todos los individuos y
los pueblos. A este respecto, la Iglesia está comprometida en acompañar a los
pueblos indígenas y en promover esfuerzos encaminados a promover la reconciliación y la
sanación.
En este contexto de
escucha a los pueblos indígenas, la Iglesia ha visto la importancia de afrontar el concepto denominado “doctrina del
descubrimiento”. El concepto jurídico de
“descubrimiento” ha sido debatido por las potencias coloniales desde el
siglo XVI y ha encontrado una expresión
particular en la jurisprudencia del siglo XIX, en los tribunales de diferentes
países, según la cual el descubrimiento
de tierras por parte de los colonos concedía el derecho exclusivo de extinguir, mediante la compra o la conquista,
el título o la posesión de dichas tierras por parte de las poblaciones indígenas. Algunos estudiosos han
sostenido que la base de la llamada “doctrina” se encuentra en diversos documentos papales,
como las bulas Dum Diversas (1452), Romanus Pontifex (1455) e Inter Caetera
(1493).
La “doctrina del
descubrimiento” no forma parte de la enseñanza de la Iglesia católica. La investigación histórica demuestra claramente
que los documentos papales en cuestión, escritos en un período histórico específico y
relacionados a cuestiones políticas, nunca han sido considerados expresiones de la fe católica. Al mismo
tiempo, la Iglesia reconoce que estas bulas papales no reflejaban adecuadamente la igual dignidad y
los derechos de los pueblos indígenas. La Iglesia también es consciente del hecho de que el
contenido de estos documentos ha sido manipulado para fines políticos por las potencias coloniales
que competían entre sí, para justificar actos inmorales contra las poblaciones indígenas, realizados
algunas veces sin oposición de las autoridades
eclesiásticas. Es justo reconocer estos errores, reconocer los terribles
efectos de las políticas de asimilación
y el dolor experimentado por las poblaciones indígenas, así como pedir
perdón. Además, el Papa Francisco ha
exhortado: «Que la comunidad cristiana no se deje contaminar nunca más por la
idea de que existe una cultura superior a otras y que es legítimo usar medios
de coacción contra los demás».
El magisterio de la
Iglesia sostiene, en términos inequívocos, el respeto debido a cada ser humano. Por tanto, la Iglesia católica
repudia los conceptos que no reconocen los derechos humanos intrínsecos de los pueblos indígenas,
comprendida la que se ha dado a conocer legal y políticamente como “doctrina del descubrimiento”.
Numerosas y recurrentes
declaraciones de la Iglesia y de los Papas sostienen los derechos de los pueblos indígenas. Por ejemplo, en la
bula Sublimis Deus de 1537, el Papa Pablo III escribió: «Determinamos y declaramos [...] que dichos
Indios, y todas las gentes que en el futuro los
cristianos llegasen a conocer, aunque vivan fuera de la fe cristiana,
pueden usar, poseer y gozar libre y
lícitamente de su libertad y del dominio de sus propiedades, que no deben ser
reducidos a servidumbre y que todo lo
que se hubiese hecho de otro modo es nulo y sin valor.»
Más recientemente, la
solidaridad de la Iglesia con los pueblos indígenas ha dado lugar al apoyo decidido de la Santa Sede a los
principios contenidos en la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos
Indígenas. La implementación de tales principios mejoraría las condiciones de vida y ayudaría
a proteger los derechos de los pueblos indígenas, además de facilitar su desarrollo en un modo
que respete su identidad, lengua y cultura.
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