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5 de abril de 2023

LA IGLESIA PIDE PERDÓN (con razón)

Nota conjunta de los Dicasterios para la Cultura y el Desarrollo Humano Integral

El Vaticano reniega de la "Doctrina del Descubrimiento" contra los indígenas: "No es católica"

El Papa, con indígenas durante su viaje a Canadá Vatican Media

El Vaticano renegó hoy de la denominada "Doctrina del Descubrimiento", que amparó desde el siglo XV la colonización de América y África, y repudió los "muchos actos de maldad" cometidos también por cristianos contra los indígenas

“Muchos cristianos han cometido actos malvados contra los pueblos indígenas”, señala la nota. Las bulas papales del siglo XV que concedieron a los gobernantes colonizadores los bienes de los pueblos originarios son documentos políticos, instrumentalizados para actos inmorales. Ya en 1537, Pablo III declaró solemnemente que los indígenas no debían ser esclavizados ni despojados de sus propiedades, señala el Vaticano

| RD/EFE

El Vaticano renegó hoy de la denominada "Doctrina del Descubrimiento", que amparó desde el siglo XV la colonización de América y África, y repudió los "muchos actos de maldad" cometidos también por cristianos contra los indígenas.

"La 'Doctrina del Descubrimiento' no forma parte de la enseñanza de la Iglesia católica", se defiende en un comunicado conjunto del dicasterio (ministerio vaticano) para la Cultura y la Educación y el de Servicio del Desarrollo Humano Integral.

Bulas papales

La Santa Sede, con este documento, reniega de dicha doctrina que ya desde finales del siglo XV, con varias bulas papales, puso las bases para la conquista "en nombre de Dios" de América y África, por parte de potencias como la española o la portuguesa.

Papa Francisco con los indígenas del Sínodo para la Amazonía

Por ejemplo, el papa Nicolás V con su bula "Dum Diversas" (1452) otorgó "permiso pleno y libre" a la Corona portuguesa para "capturar y subyugar sarracenos y paganos" en su expansión africana.

Mientras que el pontífice Alejandro VI Borgia bendijo con su bula "Inter Caetera" (1493) la llegada a América de los españoles, un año después del primer viaje de Cristóbal Colón, y estipuló el reparto de dominios, contendidos entre Castilla y Portugal.

Amparo a la colonización

Estos textos de los papas, auténticas autoridades supranacionales en la Era de los Descubrimientos, unidos al principio "Terra nullius" (tierra de nadie), generaron un concepto jurídico que amparó la colonización, "el derecho exclusivo de extinguir el título o la posesión de dichas tierras por parte de las poblaciones indígenas".

Durante su viaje a Canadá en julio del año pasado, los grupos indígenas de Quebec reclamaron al papa Francisco, el primero latinoamericano de la historia, que renegara de la Doctrina que, según el Foro Permanente de las Naciones Unidas para las Cuestiones indígenas, "sigue vigente".

Francisco, con los indígenas canadienses

La Santa Sede, además de repudiar esta colonización, reconoció que aquellas bulas papales "no reflejaban adecuadamente la igual dignidad y los derechos de los pueblos indígenas", aunque se excusó diciendo que fueron "manipuladas" por las potencias coloniales.

"La Iglesia también es consciente del hecho de que el contenido de estos documentos ha sido manipulado para fines políticos por las potencias coloniales que competían entre sí, para justificar actos inmorales contra las poblaciones indígenas, realizados algunas veces sin oposición de las autoridades eclesiásticas", se lee en el texto.

Reconocer los errores y sus efectos

Los dicasterios vaticanos declararon que "es justo reconocer estos errores, reconocer los terribles efectos de las políticas de asimilación y el dolor experimentado por las poblaciones indígenas, así como pedir perdón", como ha hecho también Francisco.

Francisco, reunido con varios grupos de indígenas canadienses

El prefecto del Dicasterio para la Cultura y la Educación, el cardenal portugués José Tolentino de Mendoça, subrayó que esta doctrina "no formaba parte de la enseñanza de la Iglesia Católica" y que, con este nuevo documento, queda "repudiada". Pero defendió "la necesidad de permanecer cada vez más atentos a la defensa de la dignidad de todos los hombres y de crecer en el conocimiento y el aprecio de sus propias culturas".

La nota asevera que el magisterio de la Iglesia sostiene "en términos inequívocos el respeto debido a cada ser humano" y "repudia los conceptos que no reconocen los derechos humanos intrínsecos de los pueblos indígenas".

Nota conjunta sobre la “Doctrina del descubrimiento” del Dicasterio para la Cultura y la Educacióny el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral.

Fiel al mandato recibido por Cristo, la Iglesia católica se esfuerza por promover la  fraternidad universal y el respeto de la dignidad de todo ser humano. 

Por este motivo, en el curso de la historia los Papas han condenado los actos de violencia,  opresión, injusticia social y esclavitud, entre ellos los cometidos contra las poblaciones indígenas.  Ha habido numerosos ejemplos de obispos, sacerdotes, religiosos, religiosas y fieles laicos que han  dado su vida en defensa de la dignidad de esos pueblos.

Al mismo tiempo, el respeto por los hechos de la historia exige el reconocimiento de la  debilidad humana y de los fallos de los discípulos de Cristo en cada generación. Muchos cristianos  han cometido actos de maldad contra las poblaciones indígenas, por los cuales los Papas recientes  han pedido perdón en numerosas ocasiones. 

En nuestros días, un diálogo renovado con los pueblos indígenas, sobre todo con los que  profesan la fe católica, ha ayudado a la Iglesia a comprender mejor sus valores y sus culturas. Con  su ayuda, la Iglesia ha tomado mayor conciencia de sus sufrimientos, pasados y presentes,  provocados por la expropiación de sus tierras, que consideran un don sagrado de Dios y de sus  antepasados, así como por las políticas de asimilación forzada, promovidas por las autoridades de  gobierno de la época, que buscaban eliminar sus culturas indígenas. Como ha subrayado el Papa  Francisco, sus sufrimientos constituyen una fuerte llamada a abandonar la mentalidad colonizadora  y a caminar junto con ellos, en el respeto recíproco y en el diálogo, reconociendo los derechos y los  valores culturales de todos los individuos y los pueblos. A este respecto, la Iglesia está comprometida en acompañar a los pueblos indígenas y en promover esfuerzos encaminados a  promover la reconciliación y la sanación. 

En este contexto de escucha a los pueblos indígenas, la Iglesia ha visto la importancia de  afrontar el concepto denominado “doctrina del descubrimiento”. El concepto jurídico de  “descubrimiento” ha sido debatido por las potencias coloniales desde el siglo XVI y ha encontrado  una expresión particular en la jurisprudencia del siglo XIX, en los tribunales de diferentes países,  según la cual el descubrimiento de tierras por parte de los colonos concedía el derecho exclusivo de  extinguir, mediante la compra o la conquista, el título o la posesión de dichas tierras por parte de las  poblaciones indígenas. Algunos estudiosos han sostenido que la base de la llamada “doctrina” se  encuentra en diversos documentos papales, como las bulas Dum Diversas (1452), Romanus Pontifex (1455) e Inter Caetera (1493).

La “doctrina del descubrimiento” no forma parte de la enseñanza de la Iglesia católica. La  investigación histórica demuestra claramente que los documentos papales en cuestión, escritos en  un período histórico específico y relacionados a cuestiones políticas, nunca han sido considerados  expresiones de la fe católica. Al mismo tiempo, la Iglesia reconoce que estas bulas papales no  reflejaban adecuadamente la igual dignidad y los derechos de los pueblos indígenas. La Iglesia  también es consciente del hecho de que el contenido de estos documentos ha sido manipulado para  fines políticos por las potencias coloniales que competían entre sí, para justificar actos inmorales  contra las poblaciones indígenas, realizados algunas veces sin oposición de las autoridades  eclesiásticas. Es justo reconocer estos errores, reconocer los terribles efectos de las políticas de  asimilación y el dolor experimentado por las poblaciones indígenas, así como pedir perdón.  Además, el Papa Francisco ha exhortado: «Que la comunidad cristiana no se deje contaminar nunca más por la idea de que existe una cultura superior a otras y que es legítimo usar medios de coacción  contra los demás».

El magisterio de la Iglesia sostiene, en términos inequívocos, el respeto debido a cada ser  humano. Por tanto, la Iglesia católica repudia los conceptos que no reconocen los derechos humanos  intrínsecos de los pueblos indígenas, comprendida la que se ha dado a conocer legal y políticamente  como “doctrina del descubrimiento”.

Numerosas y recurrentes declaraciones de la Iglesia y de los Papas sostienen los derechos de  los pueblos indígenas. Por ejemplo, en la bula Sublimis Deus de 1537, el Papa Pablo III escribió:  «Determinamos y declaramos [...] que dichos Indios, y todas las gentes que en el futuro los  cristianos llegasen a conocer, aunque vivan fuera de la fe cristiana, pueden usar, poseer y gozar  libre y lícitamente de su libertad y del dominio de sus propiedades, que no deben ser reducidos a  servidumbre y que todo lo que se hubiese hecho de otro modo es nulo y sin valor.»

Más recientemente, la solidaridad de la Iglesia con los pueblos indígenas ha dado lugar al  apoyo decidido de la Santa Sede a los principios contenidos en la Declaración de las Naciones  Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas. La implementación de tales principios  mejoraría las condiciones de vida y ayudaría a proteger los derechos de los pueblos indígenas,  además de facilitar su desarrollo en un modo que respete su identidad, lengua y cultura.

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