PROTESTAR ES UN DERECHO
En todo el mundo, la
policía y las fuerzas militares están utilizando gases lacrimógenos, balas de
goma, gas pimienta y porras para aplastar las protestas pacíficas. Miles de
manifestantes han sufrido lesiones graves que les han cambiado la vida o
incluso la muerte.
Aunque en algunos
países están en vigor controles comerciales sobre algunos equipos encargados de
hacer cumplir la ley, la mayoría de los Estados no tienen ningún control
efectivo basado en los derechos humanos. Ahora podemos crear un Tratado
de Libre Comercio sin Tortura fuerte, global y legalmente vinculante
para regular el comercio de armas que a menudo se utilizan para socavar el
derecho a protestar pacíficamente.
En España las pelotas de goma deben estar prohibidas, por ser intrínsecamente imprecisas, y por el elevado riesgo de causar lesiones graves que su uso conlleva. En cuanto a las proyectiles de ‘foam’ han causado lesiones graves, incluso provocando la pérdida de un ojo a dos personas y han sido empleados para dispersar multitudes, debiendo suspenderse su uso para evaluarlo, así como sus protocolos y especificaciones técnicas, a fin de detectar posibles deficiencias y valorar si puede ser usado conforme a los estándares internacionales de derechos humanos.
El uso de proyectiles
de impacto cinético no han sido diseñados como herramientas de control de masas
y nunca deben emplearse para dispersar a quienes se manifiestan de manera
pacífica. Emplearlas con el propósito de castigar puede constituir
actos de tortura.
Firma la petición y
pide al gobierno de España que regule el uso y comercio de equipos policiales.