RECORDAR - REFLEXIONAR - CONTINUAR LA LUCHA
Mensaje del MMTC 1º de
Mayo - 2023
MOVIMIENTO MUNDIAL DE
TRABAJADORES CRISTIANOS,
BÉLGICA
1º de mayo de 1886: gran día de movilización en todas las fábricas de Chicago (Estados Unidos) para exigir la jornada laboral de 8 horas. Esta huelga sienta las bases en la lucha para cambiar las condiciones laborales y de vida de los trabajadores de todo el mundo, que, aún hoy continúa.
De hecho, los y las
militantes de los movimientos del MMTC hoy se encuentran con muchos
trabajadores y sus familias que experimentan condiciones de vida muy difíciles
debido a la precariedad laboral y los bajos salarios. Algunos ni siquiera
tienen lo mínimo para sobrevivir. En algunos países, como la República
Dominicana, el sistema de seguridad social sólo sirve para enriquecer a los
intermediarios conocidos como “Administradoras de Riesgos en Salud” – (ARS) y
las Cajas de Pensiones (AFP), que no garantizan ninguna cobertura por
enfermedad ni un ingreso justo en la jubilación o por desempleo. Los más pobres
quedan excluidos del sistema.
La política económica,
unida a la situación post pandemia, beneficia solo a un grupo, mientras la
mayoría de la población solo alcanza a cubrir un mínimo de la cesta básica
familiar. Según la ONU la economía en las diferentes regiones del planeta, no
es nada favorable. Plantea que para América Latina y el Caribe, las perspectivas
económicas son complicadas debido a condiciones internacionales externas que
están normalizando la macroeconomía, y a una inflación elevada y persistente.
Las nuevas tecnologías provocan la supresión o devaluación de ciertos tipos de trabajo, arrojando a muchas personas a la economía informal sin ningún tipo de protección o seguridad.
Actualmente, las
consecuencias de la pandemia de la COVID-19 persisten, y la guerra entre Rusia
y Ucrania agrava aún más las condiciones de vida de los más pobres: escasez de
artículos de primera necesidad y subida de precios. Cada vez más caravanas de
migrantes en busca de una vida mejor se dirigen a otros países que los
rechazan.
La globalización del
llamado mercado “libre” promueve la destrucción del planeta con la explotación
de los recursos naturales principalmente por parte de empresas mineras, como
sucede en la República Dominicana,
Guatemala, Chile, Brasil, entre otros. Este modelo se basa en la corrupción
estatal y la impunidad. Así en nuestros países, después de la caída de un
gobierno, a veces vemos a los que salen, llevados ante la justicia por
corrupción. Pero lo robado nunca se devuelve. Este sistema de Estado cómplice e
ineficaz engendra la pobreza y su procesión de criminalidad y violencia machista
y comunitaria.
He venido para que
tengan vida y vida en abundancia. Las palabras de Jesús muchas veces resuenan
en el vacío. En el MMTC nos preguntamos, ¿Los que diseñaron este modelo
económico tuvieron en cuenta a los trabajadores y sus familias?
Juan Pablo II llamó
«capitalismo salvaje» a este modelo económico que daña la vida de las personas,
porque fragmenta a la clase trabajadora, porque promueve la destrucción
acelerada de los recursos naturales del planeta, porque crea desesperación,
porque nos atrapa en el consumismo y anestesia nuestras capacidades de
reacción.
El Papa Francisco expresa que «Una nueva
economía, inspirada en Francisco de Asís, hoy puede y debe ser una economía
amiga de la tierra, una economía de paz. Se trata de transformar una economía
que mata en una economía de la vida, en todas sus dimensiones.
Es necesario una
economía que crea oportunidades de empleo digno, que no exploten al trabajador
mediante condiciones laborales degradantes y horarios extenuantes».
Un trabajo que no cuida,
que destruye la creación, que pone en peligro la supervivencia de las
generaciones futuras, no es respetuoso con la dignidad de los trabajadores y no
puede considerarse decente.
El evangelio y la
Doctrina Social de la Iglesia nos emplaza a enfrentar esta realidad y a renovar
nuestro compromiso cristiano: Denunciar las injusticias y anunciar mensajes de
esperanza, la Buena Nueva.
Que el sacrificio de
los obreros de 1886, nos toque, nos llame a organizarnos y luchar.
Como trabajadores
cristianos organizados estamos unidos en un mismo objetivo: hacer un mundo más
justo para todos, especialmente para los más pobres.
Juntos, debemos marchar y movilizarnos en todo el mundo por una seguridad social digna, para que todos tengan garantizado un ingreso básico, suficiente para cubrir las necesidades de su familia. Los sindicatos deben trabajar juntos, en solidaridad, como una sola familia, como un solo cuerpo.
La seguridad laboral,
ingresos suficientes para la familia, mejoría de los servicios sanitarios y una
seguridad social digna son objetivos inmediatos, pues son asuntos de vida.
Es un desafío integrar
a más jóvenes en la lucha por los derechos sociales y laborales, propiciar y
demandar un orden económico orientado al desarrollo integral que nos lleve a la
eliminación de la pobreza.
Por una economía para
el bien común, por una economía para la vida.
¡Vivan los hombres y
las mujeres en el mundo del trabajo!
¡Por un 1º de mayo
fuerte y solidario!
¡QUE VIVA EL MMTC MAS
FUERTE, UNIDO Y SOLIDARIO!
(MCT República
Dominicana)
ECLESALIA