MARTÍN VALMASEDA
Esta vez, para
esta palabra que
echamos a voleo
no vamos a usar la
etimología. Vamos a usar una
definición que a
unos les puede
gustar y a otros
no, pero puede que
todos digan
"je,je". La definición
que damos de
historia es : "la sucesión
sucesiva de los sucesos
sucedidos sucesivamente".
¿Les parece bien? - ¿no? Bueno pues ahí la tienen y reconozcan que hay hechos que pasan y luego no pasan más, menos mal, aunque a algunos les gustaría que volvieran a pasar; como las guerras que tanto les gustan a los fabricantes de armas, o las mujeres sometidas que tanto encantan a los machistas que las someten. Pero ahora encontramos por el mundo personas molestas con tantos cambios. Especialmente personas religiosas que se molestan cuando las misas no se dicen en latín o con los concilios y sínodos que nos lo cambian todo. ¿Cómo puede ser eso? Hasta parece que las señoras van a poder votar en ese sínodo que se nos viene encima. La culpa de eso la tiene la historia y su sucesión sucesiva de los sucesos... que no se está quieta; la historia, ni este papa, aunque le duela la rodilla se va por ahí con los jóvenes a hacer lo que se puede cambiar. Pero la iglesia ¿no es como Dios: inmutable? Está 100 días sin llover, le rezamos un poco y acaso dentro de 300 llueva un poquito, con permiso de la meteorología, del INSIVUMEH Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología, guatemalteco.
Y nosotros no sabemos si la historia puede cambiar los sucesos y hacer que los corazones de la humanidad cambien y venga la paz y la iglesia sea fiel a Jesús de Nazaret y cambie la historia como él quería. Amen