UNA
FE EN LUCHA POR LA JUSTICIA: A PROPÓSITO DE LA DEFENSA DE LAS ELECCIONES 2023
Como organizaciones y
movimientos de Iglesia, nos encontramos ante el llamado evangélico de reconocer
la Verdad como el camino, y buscar la construcción del Reino y su justicia.
Somos conscientes también de que, vivir desde la fe, implica asumir nuestro
compromiso para ser constructores de la Paz desde unas condiciones muy
concretas en nuestro país, las cuales nos interpelan a través de los frecuentes
y cínicos abusos de poder y desprecio de la voluntad de los pueblos.
La primera vuelta del
proceso electoral del pasado 25 de junio, promovió un ambiente de esperanza en
las posibilidades de cambio, pues sorprendió que un movimiento que se veía
minúsculo por las encuestas llegara al segundo lugar, en un ascenso acelerado
que hizo más claro y profundo el rechazo a la corrupción y a la consolidación
del régimen autoritario corporativo, en vínculo con sectores ilegales.
Adicionalmente, el voto nulo fue el
más numeroso de todos, con lo cual se confirma que en estas elecciones la
población, a través del voto personal y secreto salió a rechazar la crisis de
Estado en la que nos encontramos. Creemos que gran parte de este voto nulo,
rechazando la corrupción, se trasladará fácilmente hacia expectativas más
esperanzadoras. Pero, junto a estos signos de esperanza, manifestamos nuestra
preocupación por el hecho de que continúan y se intensifican maniobras
supuestamente legales que pretenden negar la voluntad popular expresada en el voto. En concreto ocho partidos políticos, cercanos
al Gobierno, han planteado una acción de amparo que pretende que se revise el
proceso electoral con el propósito no expresado de hacer que se repitan las
elecciones.
Esta acción de amparo se presentó ante la Corte de Constitucionalidad, que no es el órgano pertinente en temas político – electorales, y que además le dio trámite, declarando un amparo provisional que suspende la adjudicación de cargos y el reconocimiento de los vencedores en la primera vuelta. La CC ordenó que se reabra el proceso de impugnaciones a las actas de algunas mesas y se realicen audiencias y análisis por las juntas electorales para que pueda revisarse el conteo en las actas mismas y volver a establecer quiénes son los legítimos ganadores. Pero adicionalmente para resolver el fondo de la Acción de Amparo traslada el expediente a la Corte Suprema de Justicia, que también es un órgano de cuestionable legitimidad por encontrarse en una ilegal prolongación de su período por más de tres años.
Además, hay que
resaltar que se ha desatado una campaña de comunicación por diversos medios con
el propósito de generar desinformación en la población. Muchos son ataques personales calumniosos, y
otros son mensajes con supuesto interés religioso que sólo pretenden confundir
a la sociedad y a las comunidades. Ante
estos hechos no podemos guardar silencio pues es nuestra obligación aclarar que
el verdadero compromiso cristiano es con la verdad, la justicia y la inclusión
de todos.
Quienes se oponen a
reconocer la elección y quienes divulgan estas campañas de confusión son los
que quisieran mantener el estatus de dominio del poder de una élite pequeña y
corrupta de la cual se benefician; ellos desean bloquear cualquier diálogo
serio de ideas y pensamientos y de construcción de una verdadera democracia que
empiece por reconocer la grave crisis de pobreza, marginación y discriminación
en las que se encuentran las grandes mayorías en Guatemala. No pueden decir que
son Provida cuando defienden la Pena de Muerte, cuando pretenden desconocer que
Guatemala es el país del continente con el mayor índice de embarazos de niñas
menores de 13 de años o el más alto índice de muerte de madres en el
parto. Todos hablan de educación, pero
se rehúsan en reconocer que tenemos casi el 50% de los niños y las niñas de 0 a
5 años con desnutrición crónica o que los índices educativos sistemáticamente
bajan en Guatemala.
Las realidades de nuestro país deben ser el entorno con el que analicemos la decisión por nuestros futuros dirigentes políticos. El país necesita una esperanza de cambio y de transformaciones positivas por pequeñas que están sean. Ejecutar el presupuesto con honradez, erradicar la extrema pobreza y la desnutrición en el país, lograr un nivel aceptable de educación y adecuados servicios de salud -con medicinas a un costo razonable-; serán indicadores de una gran transformación para Guatemala. Levantamos nuestra voz porque se respete la voluntad política del pueblo de Guatemala, y llamamos a las autoridades electorales a desarrollar un proceso legal y transparente para la segunda vuelta.
Llamamos a las
comunidades del pueblo de Guatemala a mantener una intensa vigilancia de
observación del proceso y a verificar que se haga con legalidad y transparencia. Hacemos un llamado también a todos los
movimientos sociales, grupos y movimientos de Iglesia para inspirarnos a seguir
el mensaje verdadero de Jesús que es incluyente de todos los sectores, y que
plantea una decidida Opción por los Pobres que no permite la distorsión del
mensaje de su Reino por intereses políticos o personales, recordando que no se
prende una lámpara para esconderla bajo el camastro sino para ponerla sobre la
mesa para que ilumine a todos.
Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque serán saciados
(mt 5,1-6)
CONFREGUA
CENTINELAS
ESCUELA MOSEÑOR GERARDI
IXCHEL
SAGRADO MAÍZ
RECONPAZ
AMERINDIA, GUATEMALA
Y OTRAS ORGANIZACIONES