Un infierno climático golpea la Tierra
La Tierra acaba de
experimentar el día, la semana y el mes más calurosos registrados en los
últimos 120 mil años.
Cuatro continentes
están bajo advertencias de calor extremo y España parece un horno ardiente,
consumido por voraces incendios. Los cielos en Estados Unidos se tornaron a un
inquietante color naranja, los residentes de Beijing se están escondiendo bajo
tierra y millones de personas están pasando hambre debido a una extensa y
devastadora sequía en África Oriental.
Y esto es solo el
comienzo.
La pandemia cobró la
vida de millones de personas y puso al mundo en confinamiento. Sin embargo, la
intensificación de la crisis climática será de una magnitud totalmente diferente,
extendiéndose a lo largo de los siglos. Esta es la lucha de nuestras vidas, y
por nuestras vidas.
En este momento, nuestro movimiento tiene un papel fundamental que desempeñar. Desde llevar a juicio a los gobiernos europeos y al de Estados Unidos por alimentar la crisis climática, hasta luchar incansablemente por la Amazonía en una próxima cumbre de emergencia. Las semanas y meses venideros podrían ser decisivos.
Los humanos somos
frágiles. Más allá de cierta temperatura, simplemente nos sobrecalentamos y
morimos.
Algunas regiones del planeta se están acercando peligrosamente a esa línea roja, donde estar al aire libre durante solo unas pocas horas podría resultar mortal. Sin embargo, los líderes mundiales siguen alimentando agresivamente la crisis. Somos la serpiente que se devora a sí misma.
Con el calentamiento
global en curso, es crucial aprovechar el actual nivel de atención pública para
impulsar acciones radicales. Por eso estamos enfrentando a las corporaciones y
a los gobiernos más poderosos del mundo. Aunque nuestras voces son fuertes, las
donaciones regulares nos permiten desplegar casos judiciales que pueden tardar
meses, realizar investigaciones importantes y llevar a cabo acciones de defensa
directa en los centros de poder.
Nuestras pequeñas
donaciones, reunidas desde diversas partes del planeta, tendrán un impacto
directo en este momento crítico. Si recaudamos suficiente dinero, nuestro
movimiento podría:
Impulsar un caso
judicial innovador que legalmente obligaría a 32 gobiernos europeos a tomar
acciones climáticas radicales. Estamos haciendo todo lo posible, pero los
fondos son más limitados que nunca.
Desencadenar una
tormenta de campañas en una cumbre crucial para salvar la Amazonía.
Financiaremos una poderosa delegación de líderes indígenas y canalizaremos
nuestras voces en el corazón de unas negociaciones de emergencia que comienzan
en pocos días.
Apoyar a 21 jóvenes que
están llevando a juicio a todo el gobierno de Estados Unidos por intensificar
la crisis climática. Este caso histórico podría acelerar nuestra lucha por el
futuro como ningún otro, ¡y podemos financiar a las bases mismas!
Lanzar campañas audaces
de movilización masiva para ejercer máxima presión sobre las y los tomadores de
decisiones en este momento crucial de la historia.
Apoyar a comunidades
vulnerables tras desastres climáticos, reaccionando a la velocidad de la luz
con campañas masivas para atraer la atención mundial.
La crisis climática no
es solo urgente o grave. Es existencial. Cuando el mundo está en peligro, no se
detiene la lucha, sino que se redobla. Lo haremos juntos. Dona lo que puedas
ahora:
Avaaz no se trata solo
de peticiones. Somos un movimiento creciente de personas de todos los países de
la Tierra. Somos abogadas, activistas, periodistas y abuelos, y ponemos a
rendir cuentas a nuestros líderes. Estamos financiando gigantescas reservas
naturales, trabajando en colaboración con comunidades indígenas y protegiendo
los ecosistemas más valiosos de la Tierra. Cuando millones de personas se unen
en una causa común, somos capaces de lograr cosas extraordinarias. Este momento
exige nada menos que eso.
Con esperanza y
determinación,
Mike, Adela, Kaitlin,
Camille, Bert, Diego, Nick, Ana Sofia, Alis y todo el equipo de Avaaz
Avaaz